Gimnasia cayó en su visita a Defensores de Belgrano, 1-0, mostrando un flojo rendimiento colectivo e individual y sufriendo un duro castigo: su vencedor lo pasó en la tabla de posiciones y lo sacó de zona de Reducido de la Primera Nacional.
El Lobo encontró tranquilidad desde el paso adelante que dio para jugar bien cerca del mediocampo, aprovechando las imprecisiones que mostró el local en ese inicio de partido. Con Villarruel marcando los tiempos del equipo, el equipo mendocino fue inteligente para presionar sobre posibles receptores del Dragón.
Ese control del juego y las circunstancias del mismo se fue perdiendo con el correr de los minutos. Y pasado el cuarto de hora inicial, Defensores de Belgrano había conseguido controlar el escenario, con tenencia de balón y una mejor distribución del mismo. Gimnasia ya no era tan decidido en la presión alta y dejaba a su rival jugarlo con más espacios en la zona media.
En una chance que dilapidó el Lobo, con un remate ancho de Nouet tras un gran pase de Castro, creció el local.
Se encendieron Salto y Moyano y Chávez encontró en Sánchez al hombre ideal para descargar sobre la izquierda. Así, el Dragón fue acumulando algunas opciones que bien pudieron significar la apertura del marcador. Primero fue Benegas quien perdió el mano a mano con Olivera y luego fue un remate de aire de Moyano que alcanzó a desviar Gutiérrez en el cierre del centro a la izquierda.
El cronómetro siguió corriendo y Gimnasia ya no volvió a inquietar a Petrucchi. Todo lo contrario ocurrió sobre la valla mensana, donde Salto armó una jugada personal, con sombrero incluído, para rematar fuerte y desviado.
Si el cierre de la primera mitad había sido en baja para el conjunto mendocino, el inicio del complemento lo fue aún más. Porque Villarruel siguió sin poder encontrar al Topito Aguirre, Castro casi nunca apareció para la conducción y Benegas aprovechó la primera de frente a Olivera y abrió el marcador para el local.
La desventaja empujó a Gimnasia unos metros y los cambios que llegaron desde el banco, fueron en ese sentido. Sastre modificó puesto por puesto, atendiendo el bajo rendimiento de Nouet yHerrera y mandó a la cancha a Rodríguez Puch y Juncos.
Ese empuje encontró algunos buenos momentos en la movilidad de balón que dieron los recién ingresados. Sin embargo, Defensores de Belgrano se volvió muy peligroso desde sus veloces contragolpes, con una llamativa precisión para jugar balones entre líneas.
La expulsión de Gutiérrez no hizo más que complicar las aspiraciones mensanas, que jugó mal y deberá mejorar mucho para seguir soñando.