El dolor por la partida de Santiago “Morro” García es incalculable. Dejó corazones desolados en el fútbol de dos países hermanos, Uruguay- Argentina, en hinchas de Godoy Cruz y Nacional, aunque la admiración por el jugador y la consternación por la repentina y forma de su muerte dejó fanáticos de cualquier color con una gran tristeza.
En las últimas horas, el acompañamiento uruguayo fue multitudinario en Montevideo, como lo fue ayer en Mendoza. El Morro también recibió el cariño y el último adiós de su gente, de los hinchas del club que lo vio nacer. E incluso, de la parcialidad del archirrival, Peñarol. Porque el ídolo conquistó a más de uno por su forma de jugar y por su personalidad.
El futbolista de 30 años fue querible en todo sentido, dentro y fuera de la cancha, y la gente lo supo y así lo recordará: como un gran tipo, además de un habilidoso goleador.
Gracias #MorroEterno.