El Cavallino Rampante es la figura que representa a la marca italiana más prestigiosa. Se mantuvo inalterable desde que su fundador, Don Enzo Ferrari la eligió para distinguir a sus autos.
El logo de Ferrari traspasó las fronteras de la industria automotriz y se encuentra en relojes, corbatas, camisas, zapatos, lapiceras, fundas de celular, juguetes y en rubros inimaginables.
Ferrari es parte de la cultura popular con sus autos aspiracionales y deportivos. Ahora, ¿cuál es el motivo por el que Don Enzo eligió a un caballo sobre un escudo amarillo para representar a sus productos?
El italiano fundó Ferrari en 1929. Bajo el nombre de Scuderia Ferrari formaba pilotos que competían con autos de Alfa Romeo. Pero el tiempo desgastó esa unión y en 1947 estrenó en su fábrica de Maranello el 125 S, el primer deportivo de la incipiente marca.
Si bien la presentación no fue la esperada, ya que el auto abandonó en una carrera en el Circuito de Piacenza, don Enzo afirmó que había sido un “un fracaso prometedor”. A la carrera siguiente plasmó su idea, ya que logró su primera victoria.
Desde allí, la historia es conocida. Ferrari se convirtió en la excelencia de la industria automotriz, con una imagen construida en lo deportivo. Fue el único partícipe de toda la historia de la Fórmula 1, desde su nacimiento en 1950, fue campeón, entabló una rivalidad histórica con Henry Ford en los años 60 y fabricó modelos emblemáticos, como la Testarossa en 1984; el F40 en 1987; el poderoso LaFerrari en 2013; el 812 Superfast o el híbrido SF90 Stradale.
Toda esta historia estuvo acompañada por el Cavallino Rampante. Pero, ¿de dónde surgió?
Un integrante de la fuerza aérea italiana, fue uno de los militares más respetados del país a principios del Siglo XX gracias a sus múltiples victorias aéreas. Se llamaba Francesco Baracca. Comprendió que en la Primera Guerra Mundial, el avión iba a convertirse en una herramienta vital para enfrentar el conflicto.
Tal fue su desempeño en el aire que se le contabilizaron 34 victorias oficiales, por lo que el conde Baracca fue aclamado como un héroe nacional. Pero el destino no le permitió finalizar la Primera Gran Guerra. Murió en 1918 mientras completaba un bombardeo.
Baracca sostenía que el avión era su amigo. Y en su aeronave siempre llevaba pintado el dibujo de un caballo rojo sobre un fondo blanco. Su familia criaba este tipo de animales y se supone que de allí su fanatismo por los equinos.
Cuando murió Baracca, a los 30 años, don Enzo tenía apenas 20. Y conoció a la madre de Baracca, la condesa Paolina, que le recomendó poner el logo de su fallecido hijo en su coche para una carrera en Savio.
Ferrari le hizo algunas modificaciones. El caballo lo pintó de negro, en señal de luto por los soldados caídos en el conflicto, el fondo lo pintó amarillo, en representación a su ciudad natal, Módena, y le sumó los colores de Italia en la parte superior.
Otro rasgo diferente es la cola del animal dibujado en el escudo. En el caballo de Baracca aparecía hacia abajo, en tanto que en el de Ferrari está dirigida hacia arriba.
En 1932, la reconocida insignia de la Scuderia Ferrari hizo su primera aparición, pero no en una Ferrari. Se pintó en un coche Alfa Romeo en el circuito de Spa. Entonces fue un emblema con la parte superior plana, las iniciales ‘S’ y ‘F’ en los lados del caballo y la bandera de Italia en la parte superior, también utilizado en los documentos oficiales de la compañía desde 1929.
A partir de ese momento, el símbolo de Ferrari jamás evolucionó. Apenas hubo una modificación en la parte superior en los primeros autos, pero siempre mantuvo la misma base. Para los coches de producción optó por el tradicional logo rectangular, sin las iniciales de la Scudería y sólo con Ferrari, aunque se ofrece como extra el escudo deportivo en los laterales de los Superdeportivos.
El Cavallino Rampante. El célebre animal brioso en el escudo conocido mundialmente con una historia muy particular. De un homenaje a un héroe de la aviación a representar lo más aspiracional de la industria automotriz.