Facundo Rubia: “Apareció el juego del equipo cuando más se lo necesitaba”

Facundo Rubia: “Apareció el juego del equipo cuando más se lo necesitaba”
Jugadorazo. facundo Rubia, MVP de las finales del Apertura, y otro festejo con San José. / Gentileza: Nicolás Ríos.

Facundo Rubia es sinónimo de éxito. Ganó lo que quiso en su paso por la Asociación Deportiva Anzorena y ahora está haciendo lo propio con la Unión Deportiva San José. Referente tanto adentro como afuera de la cancha, el popular “Garza” disfruta haberse quitado la presión y el estrés que significó la serie final del Torneo Clausura y el desenlace para ver quién era el mejor del año, nada menos que contra Atenas Sport Club, el equipo del cual el “Sanjo” está separado por escasas cuadras. Más allá del desgaste producido, Facundo habló de lo que fue esta nueva consagración en su carrera deportiva, una trayectoria que lo vio festejar en todos los torneos en lo que participó, aunque al mismo tiempo analiza el futuro y a ese horizonte lo mira de reojo, siendo consciente que en cualquier momento el adiós se le puede presentar sin que lo haya llamado.

“Ahora estoy disfrutando de la familia, descansando porque las finales siempre te producen un estrés inevitable. Gracias a Dios el descanso merecido me encuentra feliz por haber conseguido el título anual”, fueron las primeras palabras de Facundo en la comunicación que mantuvo con Más Deportes. “Sabíamos que teníamos cosas para mejorar, lo hicimos a tiempo, mientras que Atenas quiso plantear el partido como lo había hecho en las finales del Torneo Clausura. Por suerte esta vez le tocó festejar a San José y creo que fue muy merecido por el nivel del equipo”, agregó.

-En qué momento de la final anual pensaste, el título es “nuestro”.

-No hubo un momento específico, aunque quizás cuando entramos en el tercer cuarto, que nos salía todo en los primeros minutos, hicimos un clic y dijimos el partido lo vamos a manejar nosotros. Pusimos mucha garra porque era la única manera que podíamos mantenernos al frente del partido. Creo que en ese momento sentí que habíamos aparecido en el máximo esplendor, que había aparecido el juego del equipo cuando más lo necesitaba. Fue difícil más allá de la diferencia final. Cada se mentalizó de manera especial en el segundo tiempo y dejó el resto. Hubo compromiso y solidaridad. Ninguno terminó acalambrado y eso se lo debemos a la gran preparación física que tenemos.

-Hablaste de la diferencia final, en la que no solamente se debió al gran partido que hizo San José, ¿es real, tratándose de un clásico y de una final?

-Para nada. No hay tanta diferencia entre un equipo y otro (90 a 65). Son partidos, finales especiales por ser dos equipos muy cercanos. Se dio de esa manera y la supimos mantener. Atenas entró en un grado de desesperación de la cual no pudo salir y nosotros, con garra y buen básquetbol, pudimos controlar el trámite, aunque en el primer tiempo todo fue muy parejo. Pero sí, no hay esa diferencia entre ambos. Somos dos equipos muy parejos en cuanto a jerarquía y esta vez San José hizo un poco mejor las cosas comparadas con lo que fueron los trámites de las finales anuales donde festejaron ellos.

-Se dieron dos partidos en uno solo, un primer tiempo donde a ustedes no les salieron las cosas y un segundo, donde pasaron por arriba a Atenas.

-Creo que ellos vinieron a plantear el juego como lo hicieron en las finales del Clausura y nosotros jugamos el básquetbol que veníamos haciendo. De mucha intensidad y respetando lo que somos como equipo.

-Después de las finales del Clausura ante el mismo rival, ¿qué notaron que debían ajustar para la final anual?

-Básicamente recuperar la confianza en nosotros mismos. Las finales del Clausura fueron partidos diferentes. En una final, el que entra en un 110 por ciento se lleva una final y fue lo que pasó ayer (por el viernes). Más allá del tema básquet, nosotros pusimos más actitud de la que habíamos puesto en las definiciones anteriores.

-¿Qué se te cruzó por la cabeza cuando lo viste ingresar a tu hermano, tras mucha ausencia por la lesión?

-No lo podía creer. Pensé que no iba a jugar. Se recuperó rápido para llegar a estar en este último partido del año, aunque no está en su mejor forma y todavía le falta recuperar un poco de todo en cuanto al juego. Ahora estar disfrutando otro título con mi hermano (Lucas) es algo hermoso.

-Siempre dijiste que te enorgullecía ser campeón al lado de tu hermano, supongo que en esta ocasión las sensaciones fueron diferentes.

-Fue distinto obviamente. El “Mula” es una pieza muy imperante para el equipo y durante la fase clasificatoria o en las finales del Clausura, tuvimos que poner un poquito más de cada uno para reemplazarlo. No muchos jugadores tienen el placer de jugar con su hermano y poder ser campeón, tiene un sabor diferente.

-Sentís que institucionalmente la institución está preparada como para volver a intentar dar el salto a nivel nacional.

-Como todos los clubes, la pandemia lo golpeó fuerte. Fue un bajón. Cuando se reactivó todo fue mejorando y los objetivos cambiaron. San José está muy bien. Económicamente siempre se necesita de esponsores para poder representar de la mejor manera a la provincia. Creo que estamos preparados para un desafío como puede ser jugar un Torneo Federal, pero por ahora pasa por una cuestión económica que no sé si el club estará de acuerdo en afrontarla.

-Aunque en los últimos años por la pandemia y la economía de los clubes no se pudieron contratar grandes refuerzos, pensás que el básquetbol mendocino tiene materia prima como para trascender del ámbito local.

-En la actualidad mejoró mucho el nivel de los torneos de Primera, pero quizás no están apareciendo tantos juveniles como en otras oportunidades. Cuando estaba en Anzorena, me mataba siendo juvenil para tratar de llegar a Primera. Creo que se han perdido las ganas. Como que los chicos no tienen hambre de querer llegar alto. No veo jóvenes que empujan desde abajo a los mayores. Siempre hablo con los de mi camada y nos reímos, porque coincidimos que vamos a tener que jugar hasta los 50 años.

-¿Qué viene en tu futuro?

-Por ahora descansar. No vivo del básquetbol, hago mucho esfuerzo diario y todo produce desgaste. Fue un año de mucho estrés, pero lo llevo de la mejor manera. Siento que voy a seguir jugando y veré que es lo mejor para mi familia.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA