Ezequiel Medrán, el estratega de Gimnasia y Esgrima: sincronía con el blanco y negro

Desde la llegada del ex arquero de Boca, Gimnasia logró un cambio en su juego, el entrenador acumula 9 fechas sin derrota (está invicto) y ya metió al Lobo en la pelea por el liderazgo

Ezequiel Medrán, el estratega de Gimnasia y Esgrima: sincronía con el blanco y negro
Ezequiel Medrán, el DT del Lobo, clave en el este momento imbatible del equipo. / Gentileza.

Con el triunfo frente a Defensores Unidos, Gimnasia y Esgrima se metió entre los cuatro primeros de la Zona B de la Primera Nacional. El Lobo, desde la llegada del entrenador, sigue creciendo en la tabla y está dando que hablar. Lejos quedó aquel inicio de temporada, plagado de incertidumbre y muy distante de esta actualidad.

El entrenador, que llegó hace nueve fechas, le ha cambiado el perfil al Mensana y lo va moldeando a la medida de su visión futbolística, sin grandes variantes y con algunas muestras claras de transformaciones en su juego: el equipo se nota más estable, seguro y respaldado en un gran trabajo. Además, incorporó poco y bien para este segundo semestre: el arquero Matías Tagliamonte y el capitán Diego Mondino, quien retornó tras dos años.

El once del Parque recuperó el protagonismo y comienza a transitar parte de los objetivos que se trazaron a inicio del torneo: pelear bien arriba en la tabla.

Medrán y sus jugadores lo hacen con calma y con un perfil muy bajo. “Sin pensar más allá del próximo rival”, como repiten en los pasillos del Legrotaglie.

Los números son el fiel reflejo del buen presente de Gimnasia: 10 partidos sin perder ( incluida la victoria ante Morón, con Alaniz como DT), con 8 triunfos -5 como local y 3 como visitante- y 2 empates.

El ex arquero tenía estudiado al plantel mensana, con jugadores que ya dirigió y por lo tanto no fue extraño para él su arribo a Mendoza. Descomprimiendo situaciones, cargó de responsabilidades a los más experimentados y potenció la jerarquía de sus dirigidos. Así, profundizando el trabajo defensivo, se respaldó con dos hombres de fuerte personalidad:Mondino y Maximiliano Padilla.

Además, sobre los laterales sostiene su idea de buen pie y proyección, con Matías Recalde e Ismael Cortéz o Facundo Nadalín. Y, desde la creatividad y la conducción de este equipo, Leandro Ciccolini, las bandas son la opción preferida a la hora de atacar.

Entre otros aspectos, potenciado por la decisión de dar orden al equipo, la inclusión de Ignacio Antonio y Fermín Antonini otorga contención y buen primer pase al equipo. Incluso el primero aparece como pieza clave en la construcción táctica.

Otro que encontró su lugar con la llegada de Medrán fue Nazareno Solis. El mediapunta aporta goles y asistencias. Además, es un socio ideal para Luis Silba, otro que explotó con la llegada del nuevo cuerpo técnico.

Desde roles similares aportan Jeremías Rodríguez Puch y Nicolás Romano, de gran presente.

Sostenido por la lectura e interpretación del juego (ese quizás sea su secreto), el Lobo marca la diferencia por actitud y aptitud.

Y el proyecto se sostiene sobre la determinación de trabajar alejado de las luces, sin grandes declaraciones ni polémicas: “Hay que mantener la calma y la tranquilidad. Tenemos margen para seguir mejorando y alimentando lo que se viene haciendo bien con convicción y trabajo”, avisó el DT.

Habrá que creerle.

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