La previa del partido del miércoles entre Alemania y Hungría en Munich por la última fecha de la fase de grupos de la Eurocopa se vio envuelta en una polémica que mezcla el deporte y la política luego que la UEFA decidiera rechazar que el estadio Allianz Arena se ilumine con los colores de la bandera de la comunidad LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales).
“Dado el contexto político, la UEFA debe rechazar esa petición”, se excusó la federación europea en un comunicado, luego de la solicitud del alcalde de Munich, Dieter Reiter, de mostrarse a favor de la comunidad LGTB luego que el parlamento húngaro haya aprobado una ley discriminatoria contra la comunidad homosexual.
La intención de Alemania era protestar contra una polémica ley del Parlamento húngaro que prohíbe, entre sus puntos principales, referirse a la homosexualidad en los programas escolares. Desde Hungría celebraron la decisión de la UEFA ya que consideran que era “peligroso mezclar deporte y política”.
“Gracias a Dios, los dirigentes del fútbol europeo han dado prueba de sentido común no participando en lo que habría sido una provocación a Hungría”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, a la agencia AFP.
Críticas a la UEFA a horas de Alemania-Hungría
El rechazo al pedido alemán por la igualdad de derechos también generó repudios a la UEFA. El vocero de la ONG “Hatter”, defensora de los derechos LGTB en Hungría, se mostró en contra de la decisión de la entidad europea.
“Hubiera sido un milagro que la UEFA lo hubiera autorizado, pero está bien ver a la ciudad de Munich y la Federación Alemana apoyar esta iniciativa”, dijo Luca Dudits.
“La UEFA estaba en una posición delicada”, analiza. “Hay una gran base homófoba y tradicionalista entre los aficionados húngaros”. En su opinión, si Hungría hubiera perdido en un estadio con los colores del arcoiris, la derrota se habría atribuido a la comunidad LGTB.
El gesto de Manuel Neuer con la comunidad LGBT
El arquero y capitán alemán, Manuel Neuer, utilizó en el último partido ante Portugal un brazalete con los colores representativos de la comunidad LGBT y eso generó una investigación por parte de la UEFA, que luego desestimó porque “estaba promoviendo una buena causa”.