España y Alemania dictaron una cátedra de fútbol moderno abierta para todo el mundo en Al Bayt

Si bien fue un tiempo para cada uno, el duelo dejó muchas cosas para analizar desde lo táctico y lo estratégico. A nuestro criterio fue uno de los mejores partidos de lo que va del Mundial.

España y Alemania no defraudaron y animaron un gran partido por la segunda jornada del Grupo E del Mundial de Qatar 2022. (AP)
España y Alemania no defraudaron y animaron un gran partido por la segunda jornada del Grupo E del Mundial de Qatar 2022. (AP)

Fue un partidazo por donde se lo mire. Desde la técnica individual de los protagonistas, pasando por la propuesta táctica-estratégica de dos selecciones que siempre se brindan por el espectáculo. Una cátedra de cómo se juega el fútbol moderno.

De un lado, la España demoledora del debut goleador (7-0) frente a Costa Rica. Del otro, la golpeada “Germany”, siempre peligrosa por su histórica capacidad de levantarse y reinventarse.

Alemania planteó un partido muy complicado para España, con marcas pegajosas para Busquets (Gündogan), Pedri (Kimmich) y Gavi (Goretzka), una situación que obligaba a los dos cadetes barcelonistas a maniobrar de espaldas al arco de Neuer, algo a lo que no están acostumbrados.

El equipo de Hansi Flick ahogó la elaboración de juego española desde el área chica, lo que forzaba a los de Luis Enrique a una precisión quirúrgica para articular el juego a su manera, sin saltar líneas. Para ello fue requerido de forma habitual el auxilio del arquero Unai Simón, un buen exponente del juego con los pies, aunque en la noche qatarí no haya estado demasiado fino. Entonces, solamente Dani Olmo procuraba ser una vía de escape por la banda izquierda, y justamente por su sector se dieron los mejores momentos de la Roja.

El conjunto español sumó pases y más pases, pero la mayoría lateralizando el juego. Hasta que en uno de los mejores ataques organizados de España, se juntaron lo que saben y por el centro: Gavi, Pedri, Asensio y Dani Olmo, en la finalización, hizo volar al mejor Neuer, quien cacheteó un balón que se metía en su ángulo izquierdo y que devolvió el travesaño. Una jugada estupenda, un remate magnífico y una parada extraordinaria. El partido de dos grandes prometía.

El gol anulado a Antonio Rudiger fue un llamado de atención por la facilidad y soledad con la que el defensor del Real Madrid metió el cabezazo que hizo sacudir las piolas del arco de Unai. A Alemania se le vino el mundo abajo cuando el VAR lo anuló, pero siguió presionando bien arriba, sobre la salida de una Roja que no revoleaba la pelota ni por casualidad.

En ese baile de tendones apareció el pibe Jamal Musiala (19 años), un bailarín con el balón. La joya del Bayern encontró una facilidad pasmosa para eliminar piernas rivales. Dentro de un partido intenso, con limpiaparabrizas por todos los huecos, España supo encontrar una mina sobre la banda izquierda, la del veloz Dani Olmo, mucho más presente que Asensio y Ferran Torres, quien luego desperdiciaría una clarísima. Eso sí, no había nadie cómodo en el césped. Ni español ni alemán. El aroma de encuentro de élite mundial recorría el Al Bayt de Qatar.

El segundo tiempo fue de los teutones. Unai Simón aceleró de más los corazones españoles con cada salida con los pies. Y en una de esas, el balón se balanceaba por el área grande hasta llegar a Kimmich, quien le dio fuerte, a la derecha y el “1″ respondió con una gran atajada. Fue el aperitivo antes del movimiento de ajedrez que cambió el partido: la entrada de Morata por Torres.

El “7″ bravo de España volvió a entrar muy bien y demostró que no puede ser suplente. En un clásico movimiento suyo, entendió dónde iba a ir el pase de Jordi Alba y le ganó en el anticipo a Süle antes de colocar el exterior del pie sobre el balón y hacer estéril la estirada de Neuer. En la montaña rusa del partido, Musiala comprobó de nuevo la seguridad de Unai Simón. Gran pase al pasillo de Sané y el del Bayern le apuntó a la cabeza al “1″ del Athetic Bilbao, quien lo esperó y tapó con el hombro. El portero de España, en modo Iker Casillas.

El gol no abrumó a Alemania. Al contrario, fue todavía más voraz. Luis Enrique envió a Nico Williams para matar en la contra. No sirvió. El partido se le hizo largo a España. Sané empezó con el periscopio y Fullkrug, el refresco que entró por Müller, empató el partido con una tremenda mediavuelta al ángulo superior derecho tras una habilitación de Musiala. Un partido nuevo a falta de ocho minutos.

Alemania desactivó a España en esa última recta del partido. Sané tuvo el segundo, mano a mano con Simón, pero en lugar de definir de primera, tiró la gambeta y se le fue larga. Tras el córner, el holandés Makkelie pitó el final de un partidazo en Al Bayt. El encuentro tuvo una dinámica electrizante y el empate es el resultado que mejor se ajusta al desarrollo. Todos contentos. Alemania, porque estuvo al borde de quedar con un pie y medio afuera del Mundial (Costa Rica le ganara a Japón) y el empate lo deja con vida. España, porque sabe que quedó cerca de la clasificación y que con un empate frente a Japón en la última fecha sacará boleto hacia los octavos de final.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA