El futbolista del Tottenham Hotspur, Yves Bissouma, desató un escándalo en Inglaterra tras la difusión de un video en el que se lo ve consumiendo óxido nitroso, comúnmente conocido como “gas de la risa”, en una fiesta en Londres. El mediocampista de 27 años, originario de Costa de Marfil, compartió las imágenes en su cuenta de Snapchat, lo que generó una rápida reacción en la prensa y su club.
El medio británico The Sun publicó el video en el que se observa a Bissouma inhalando el gas de un globo mientras se encontraba en una limusina con chofer, en compañía de amigos. Las imágenes fueron tomadas después del último partido de pretemporada del Tottenham contra el Bayern Múnich, y muestran al jugador riéndose tras consumir la sustancia.
El futbolista, quien cobra 70 mil dólares por semana, emitió un comunicado tras el escándalo: “Quiero disculparme por estos vídeos. Esta fue una grave falta de juicio. Entiendo la gravedad de esto y los riesgos para la salud que implica, y también me tomo muy en serio mi responsabilidad como futbolista y modelo a seguir”, afirmó el futbolista, en un intento por mitigar las críticas.
Un testigo del incidente comentó a The Sun: “Resulta increíble que alguna estrella de la Premier League consuma hippie crack abiertamente. Es un delito penal y es probable que Yves se enfrente ahora a una investigación policial, por no hablar de sanciones severas del club”.
El Tottenham Hotspur tomó conocimiento de los hechos e inició una investigación interna. Un portavoz del club declaró al mismo medio: “Estamos investigando los acontecimientos. Esto se tratará como un asunto interno”.
Es importante recordar que la posesión de óxido nitroso con la intención de drogarse se volvió ilegal el año pasado en el Reino Unido. Los infractores reincidentes pueden enfrentarse a penas de hasta dos años de cárcel y a multas ilimitadas.
QUÉ ES EL HIPPY CRACK
El óxido nitroso, también conocido como “hippy crack”, es una droga que se consume inhalando el gas a través de globos. Aunque su efecto es rápido y breve, conlleva graves riesgos para la salud, incluyendo ataques cardíacos, derrames cerebrales, daño cerebral permanente e incluso la muerte. El uso prolongado puede causar depresión, pérdida de memoria, alucinaciones y daño nervioso.
