Para cerrar la pretemporada y con el objetivo de sumar ritmo futbolístico a pocos días del comienzo de la competencia oficial, River y Vélez se enfrentan este sábado, desde las 20, en un nuevo amistoso de verano. El encuentro, que se disputa en el Monumental y con público, fue denominado como Copa Juan Gilberto Funes en honor al recordado goleador que supo vestir la camiseta de ambas instituciones.
El inicio del encuentro estuvo marcado por un gran recibimiento al Millonario y también a Lucas Pratto, el ídolo local que volvía a pisar el Monumental con la casaca del Fortín. Con todos los flashes encima, el Oso saludó a todo el banco millonario, se abrazó con Marcelo Gallardo y recibió plaqueta de los dirigentes, encabezados por Jorge Brito.
El partido se planteó rápidamente en un dominio algo estéril del anfitrión y un visitante dispuesto a lastimar de contra. Incluso, hubo un penal para los de Liniers no advertido por mano de Milton Casco.
Cuando la Banda logró llegar, Lucas Hoyos le ahogó el grito a Elías Gómez, que tiraba un centro envenenado, y Tomás Pochettino lo tuvo con un disparo que se desvió y se fue cerca. José Florentín, otra cara nueva de Vélez, respondió obligando al esfuerzo a Franco Armani antes del descanso.
La más clara de River llegó en el inicio del complemento, con Hoyos tapando con el pie un disparo de Enzo Fernández. Pero otra vez apareció Florentín para mostrar que el Fortín seguía despierto. La cara millonaria cambió con el esperado regreso de Juanfer Quintero, más el refuerzo Ezequiel Barco.
Más tarde, Julián Álvarez casi anota de emboquillada y de espaldas al arco, y la última fue para Barco, pero lo frustró el arquero. No hubo tiempo para más y el cero se hizo presente y sin penales: el trofeo quedó para el Fortín por ser visitante.