Gimnasia y Esgrima, con un buen partido ante Almirante Brown, consiguió extender su racha ganadora y se trepó a lo más alto de las posiciones de la Zona B de la Primera Nacional, tras el 1-0 que le otorgó las tres unidades, y aprovechando la caída de Aldosivi, en el clásico ante Alvarado, y el empate de San Telmo, 1-1 ante Almagro.
El encuentro tuvo un desarrollo complejo para el Lobo, que sufrió en el comienzo y pudo arrancar en desventaja, sino hubiese sido por esa definición defectuosa de González, ante el achique desesperado de Tagliamonte. Tras el error, el elenco mendocino comenzó a recuperar las formas, aunque no pudo romper el orden defensivo que exhibió la Fragata. Además, sobre todo en el primer tiempo, el duelo tuvo un flojísimo trabajo del colegiado Lucas Cavallero.
Para el complemento, Gimnasia intentó sostener el rol protagónico y lo fue a buscar. A partir de una seguidilla de acciones de balón parado, Padilla consiguió la apertura del marcador y trajo tranquilidad al Mensana, que a esa altura jugaba con uno más tras la (polémica) expulsión de González.
Creció en su juego el Blanquinegro, controló las acciones con buenas decisiones a la hora de hacer correr el balón (Antonini fue la gran figura) y generó un par de situaciones que bien pudieron significar algún gol más. Sin embargo, hubo que apretar dientes y pelear hasta el segundo final para celebrar un triunfo que dejó a Gimnasia y Esgrima en lo más alto de la tabla de posiciones de la Zona B.
El pitazo final de Cavallero desató una fiesta en el Víctor Legrotaglie, máxime teniendo en cuenta que el conjunto del Parque General San Martín suma doce encuentros consecutivos sin conocer la derrota y ayer alcanzó los cinco triunfos en fila. A esta altura, aunque nadie quiera decirlo, ¡el Lobo es más candidato que nunca!
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