Triunfazo e ilusión. Un premio a la paciencia, a la templanza y, sobre todo, al oportunismo de un goleador histórico del ascenso que sigue vigente a pesar de sus 39 años. ¿Viejo? Viejos son los trapos. Gonzalo Klusener puede perder el pelo, pero no la maña: ingresó a los 22 minutos del complemento por Ezequiel Almirón (le costó ganarle a los firmes centrales de Ferro) y, en la primera pelota que tocó, la mandó a guardar. Bien de oportunista, olfato e intuición de goleador.
El Deportivo Maipú ganó uno de esos partidos que al final del campeonato -cuando uno ve discriminada la campaña de un equipo que conquistó algo importante- cotizan en criptomonedas. Porque nadie, en su sano juicio, podrá negar que ayer el equipo de Luis García no fue el de casi siempre que juega en La Fortaleza de calle Vergara. Y para que ello sucediera, mucho tuvo que ver el inteligente planteo del Ferro de Jorge Cordon, que se plantó en el campo de juego con una estrategia y plan de juego que le puso palos en las ruedas al funcionamiento habitual del Cruzado.
Los primeros minutos de Maipú tuvieron la intensidad de los inicios del equipo dirigido por Luis Osvaldo García: presión alta, salida clara desde el fondo, laterales bien subidos, juego de posición y búsqueda en profundidad por las bandas, con los extremos Santi González (por derecha) y Luciano Herrera (por izquierda).
Un cabezazo de Ezequiel Almirón y un zurdazo del jujeño Herrera, que contuvo en ambos casos el arquero Luciano Jachfe, fueron las primeras aproximaciones en serio del Botellero. También un tiro libre ejecutado por la zurda mágica de Rubens Sambueza que se cerró de golpe y encontró el guantazo del arquero de Ferro para despejar el peligro.
El plan de Ferro estaba claro: minar de piernas el medio, cerrarle las líneas de pase a Sambueza y cortarle los circuitos de fútbol en el mediocampo a Maipú e intentar salir rápido en cada transición ofensiva. Y en la mayor parte del partido, el Verde lo consiguió. Con Erbes, Vázquez, Palacio, Mosca y Retamar, cerró caminos y hasta le complicó la salida clara desde el primer eslabón de pase que suele ser Cozzani. De hecho, el arquero se vio obligado a saltear líneas con pases más largos que cortos en el juego elaborado. Y el Botellero lo sufrió.
Claro que a Ferro solamente le salió bien la primera parte del plan. Porque, a pesar del buen pie y la experiencia de sus volantes en el manejo de la pelota, el Verdolaga no tuvo situaciones claras frente al “1″ maipucino en ese primer tiempo que se terminó en un abrir y cerrar de ojos, dejando muchas dudas para el ST.
Luis García no esperó para meter mano en el equipo. Y al segundo tiempo saltó a la cancha “Chelo” Eggel por un desconocido Fausto Montero, de flojo primer tiempo y sin sus habituales llegadas como “falso 9″. La intención era tener mayor circulación de balón en el medio y, además, pegada de media distancia frente a un equipo que a priori iba a retroceder un poco más para cuidar el cero a cero.
Pero a Maipú le seguía costando encontrar al hombre libre en la salida y a Eggel o a Sambueza en posiciones intermedias como para lastimar. Apenas un remate del zurdo Eggel por arriba del travesaño fue lo más importante en esos primeros minutos.
A los 12′, Ferro hizo un enroque de extremos, Retamar se juntó con Palacio, centro al punto del penal para Herrera que no llegó a conectar. Fue la más clara de la visita.
Esa jugada hizo que Maipú se despertara. Porque a partir de los 20′ se desató un vendaval que derivó en el gol. A los 21′, desborde y centro de Santiago González, Herrera apareció por el segundo palo y definió de zurda, pero tapó Jatchfe. Atajadón.
Y de ese córner de Sambueza desde la izquierda, Ramírez cabeceó y otra vez el arquero la mandó por arriba del travesaño. Hasta que llegó el gol que hizo explotar Vergara. Sambu habilitó con un taco a Herrera, centro atrás, Santi González no pudo darle dirección a la volea y Klusener la empujó: 1-0 y líder de la zona B otra vez.
El Botellero pudo ampliar, pero Ferro también lo pudo empatar. De hecho, Cozzani salvó el empate. El Cruzado ganó un partido chivisimo y vuelve a mirar a todos desde la cima de la Zona B de la Primera Nacional. En calle Vergara todo es ilusión y alegría porque el Cruzado se anima a soñar.
En la próxima fecha 26°, el “Super Depor” visitará a Gimnasia de Jujuy.
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