Gimnasia, que fue superado en el juego por Sarmiento de Junín, perdió 3-2 y dio un paso atrás en su objetivo de ascender a Primera División.
El análisis del primer tiempo
Sarmiento salió decidido a proponer en el partido. Para ello, puso un 4-4-2 y se adelantó más de lo pensado en el terreno de juego. El Lobo esperaba, pero en la primera llegada, Gimnasia se puso en ventaja tras una genialidad de Llama (apertura de primera a la derecha) y un remate cruzado, esquinado, muy justo de Santi González para decretar el 1 a 0.
Entre los 15′ y los 20′, Sarmiento arrinconó a Gimnasia y no sólo generó una situación muy clara por intermedio de Benjamín Borasi (enganche y centro pasado que no logró conectar Torres), sino que contó con tres tiros de esquina que hicieron trabajar defensivamente al equipo de Diego Pozo.
A los 21′, Pozo llamó a Gelabert y se viene el experimentado volante central. El Lobo no la pasa bien y, por momentos, es superado por el Kiwi. Sarmiento era más que Gimnasia, que después del gol del Mágico no llegó más al arco del Verde juninense.
Los problemas del Blanquinegro estaban en la mitad de la cancha, ahí donde Zabaleta, López y compañía no lograban hacer pie y pecaban de imprecisiones. Sarmiento crecía bajo el ritmo de Sergio Quiroga. Inteligente, el enganche se tiraba atrás y se asociaba para generar juego en un sector donde Gimnasia tenía un hueco importante.
A los 34′, el Lobo ya tenía amonestados a Zabaleta y López. Gran primer tiempo de Tomás Giménez, muy seguro, correcto juego con los pies y mucho aplomo para manejar cada situación de juego cuando el Lobo era superado por el adversario. A los 36′, le tapó un remate cruzado a Graciani, quien desbordó a Pacheco sin problemas y no tuvo oposición para sacar un derechazo al segundo palo. Para suerte del Lobo, hasta allí fue el “1” y conjuró el peligro.
A los 39′, tras una jugada preparada en el córner desde la izquierda, el centro cayó al segundo palo, Giménez no alcanzó a cortar y por detrás Renzo Vera la mandó otra vez al tiro de esquina.
La pelota parecía un frontón: así como iba, volvía. Para colmo, Sarmiento presionaba alto y no dejaba salir jugando al Lobo desde el fondo. Entonces, todo terminaba en un pelotazo que casi siempre ganaban Mancinelli, Salvareschi, Castet o Vismara.
Sarmiento seguía jugando mejor. El Verde practica un juego asociado asombroso y ataca con mucha gente. Y si no empató fue porque sus delanteros fallaron en la definición, como esa sobre el filo del primer tiempo en la que Graciani mandó un centro al segundo palo, Pombo la bajó de cabeza al medio y Borasi le erró al balón ensayando una mediavuelta casi adentro del área.
El análisis del segundo tiempo
El Lobo salió a jugar el segundo tiempo sin cambios, pero con otra actitud. El equipo se paró unos metros más adelante y se mostró más compacto. Tan es así, que a los 5′ Oscar Garrido desbordó por la derecha y mandó un centro al corazón del área, Lentini puso el pie y Vicentini tapó increíblemente lo que era el 2-0.
Pero como el fútbol es la dinámica de lo impensado, un minuto después, Llama perdió un balón en la salida, Graciani encaró vertical hacia el área del Lobo y, nada egoísta, asistió justo a Torres, quien definió cruzado para el 1-1.
El Lobo no alcanzó a recuperarse del primer golpe que ahí nomás recibió el segundo cachetazo. Borasi desbordó a Pacheco y tiró un centro al punto del penal que Torres definió con un cabezazo perfecto: 2-1. Y cuando todo parecía oscuridad, apareció Llama para meter un tiro libre formidable: zurdazo con rosca que se clavó en el ángulo superior izquierdo de Vicentini: 2-2 y partidazo.
El trámite no daba respiro. Se hizo de ida y vuelta sin especulaciones. A los 26′, tras un centro desde la derecha, Lentini metió un cabezazo que propició una enorme volada de Vicentini. Pozo movió otra vez el banco. El DT mandó a la cancha a Ignacio Morales y Nicolás Romano y armó un 4-1-3-2.
El ritmo del partido se desvirtuó con los cambios. Sin embargo, en otro arranque furioso, Torres recibió una falta cerca de la medialuna del área. Pombo se paró frente al balón y la clavó en el ángulo superior derecho de Giménez. Golazo. Gimnasia acusó el impacto y se desordenó tanto que Sarmiento podría haber convertido el cuarto, pero el “1” salvó magistralmente en el mano a mano. Sarmiento jugó mejor y se llevó un triunfo merecido a Junín. El Lobo tiene material y sigue siendo candidato, pero deberá trabajar mucho para corregir los errores que ayer le hicieron perder el partido.