Cuando perecía que iba a ser una jornada para el olvido por el gol tempranero que armaron Memphis Depay y Yuri Alberto, el Racing de Gustavo Costas supo reponerse y conseguir la clasificación a la final de la Copa Sudamericana 2024. El gran responsable de la remontada fue Juan Fernando Quintero, que en tres minutos convirtió un doblete y dio vuelta el partido para asegurar el pase sin tener que ir a penales. Tras dejar en el camino al Corinthians de Ramón Díaz, la Academia va a enfrentarse ante otro equipó de Brasil: el Cruzeiro de Fernando Diniz, que viene de eliminar a Lanús en la Fortaleza.
GOL DE CORINTHIANS. Gol de Yuri a los 5′ para poner arriba al T
El conjunto brasileño arrancó dando el golpe de entrada: tras un fallo defensivo local, Yuri Alberto combinó por izquierda con Memphis Depay, quien se la devolvió de taco, y definió al segundo palo ante la salida de Gabriel Arias. El período siguió con la sensación de que el local caminaba por la cornisa más allá de que solo amenazó con una llegada de Rodrigo Garro neutralizada por Arias y, de a poco, fue el conjunto de Gustavo Costas el que empezó a merodear con mayor solidez los tres cuartos de cancha, primero con un tiro libre de Quinteros que pasó cerca.
GOL DE RACING CLUB. Penal para la Academia y Juanfer Quintero logró el empate.
En ese contexto de presión creciente fue que José Martínez puso la mano en el área ante un centro de Maximiliano Salas y, a los 35, Quinteros no falló de penal con un disparo alto ante Hugo Nogueira. A los 38, tras la veloz intervención de un alcanzapelotas, hizo el lateral por izquierda Salas, habilitó de cabeza Maravilla Martínez y quedó Juanfer mano a mano por izquierda para definir al segundo. Antes del descanso, Arias volvió a salvar las papas ante Yuri Alberto.
GOL DE RACING CLUB. Definición exquisita de Juanfer Quintero y Racing se pone en ventaja. Delirio total en el Cilindro.
En el complemento, excepto por una definición de Salas que pasó muy cerca, Racing logró jugar su partido con corazón y evitando sobresaltos cerca de Arias. El equipo de Ramón Díaz -que en la semana había chapeado un erróneo invicto en el Cilindro- no volvió a encontrar claridad y la fiesta se fue gestando con el correr de los minutos y explotó en el final: toda la alegría fue para Racing, 32 años después en una final internacional, y con la ilusión a flor de piel para el 23 de noviembre frente a Cruzeiro en Asunción.