Siempre tiene un as...
Apostó a la variante y terminó dándole el resultado que necesitaba. Es que algunos esperaban que volviera Navarro a la titularidad, sin embargo Gabriel Gómez apostó por Fernando Luna y, “como amor con amor se paga”, el volante devolvió con creces la confianza y con un golazo abrió el camino a una gran victoria de Independiente frente a Deportivo Madryn, por 3 a 0.
Una goleada en la que la Lepra supo sacar a relucir sus virtudes ofensivas ante un rival que dio ventajas en su defensa, donde los alineados por Gabriel Gómez hicieron lo que obligan estas circunstancias, marcar la deferencias de jerarquía.
Fue una semana compleja tanto para el DT cómo para el equipo. Días difíciles para el cuerpo técnico y los jugadores, por la descompensación que sufriera Gómez en la noche previa al partido con Deportivo Morón, situación que llenó de preocupaciones al universo Azul.
Pasó el vendaval en el parque y llegaron las buenas nuevas. Un compromiso fundamental para los Azules, que supieron resolver con goles de Luna, Ambrogio y Coronel.
Un resultado que lo posiciona a Independiente arriba en la tabla y que lo ilusiona para algo más que la segunda instancia del torneo de la Primera Nacional.
A esta altura, en el cierre del torneo y con 33 fechas, los partidos son más estratégicos que tácticos. Y Fernando Luna fue lo estratégico que buscó Gómez frente a Madryn.
El volante hacía un mes que no ocupaba la titularidad, teniendo en cuenta que de 18 partidos, sólo en 8 estuvo en el once inicial. Su rendimiento ha sido variable con grandes momentos, como frente a Madryn.
Luna fue la clave porque sus recursos aportaron claridad, creatividad y la efectividad en los momentos propicios. Su lucidez junto a la recuperación de Quiroga y la solidez de Diego Tonetto y Turraca, con un doble cinco, le permitieron al equipo en tres cuartos de cancha dominar con autoridad. Luna como enganche terminó siendo el hombre de las ideas, que abrió los espacios, donde aportó un gol con una definición magistral, que marcó el inicio de la goleada.
Deportivo Madryn llegó con el mote de “rival difícil” y con la finalidad de sumar de a tres para ingresar al Reducido. Fue una sombra del equipo que empató ante Deportivo Maipú y un puñado de escasas y buenas intenciones. Algunas las padeció Independiente cuando bajó un poco su rendimiento; pero allí afloró la figura del arquero Jorge De Olivera.
Fue una noche perfecta para los Azules y su técnico, porque luego de muchos meses reapareció la figura del “Colo” Enzo Martínez, que ingresó en los últimos 20 minutos. Sobre final, el volante le puso un pase magistral desde la mitad de la cancha a Franco Coronel para la llegada del tercer gol. La fiesta fue completa.
Independiente dio un paso más; se afirma en la tabla, hoy está entre los clasificados para el Reducido; expuso que tiene el sueño intacto, recuperó la memoria goleadora y le regaló una gran alegría a su Comandante, quien esta vez seguramente lo necesitó más que el equipo.