Se cumplen 24 años de uno de los Superclásicos más recordados de la historia. Fue por la sexta fecha del Torneo Clausura de 1997 cuando Boca y River protagonizaron un encuentro para el infarto en el que el Millonario llegó a la igualdad luego de ir perdiendo 3-0.
El uruguayo Gabriel Cedrés abrió el marcador para el Xeneize a los 5 minutos con un gol de cabeza. Luego, a los 17, Sergio Manteca Martínez estiró la ventaja: a Roberto Bonano se le escapó la pelota entre las piernas y el delantero definió sin problemas al borde de la línea.
Más tarde, Javier Castrilli sancionó un penal y Tito se redimió: le atajó el remate desde los doce pasos a Roberto Pompei. De todas formas, el Manteca, a los 30, puso el 3-0: el Xeneize se encaminaba a un triunfo por goleada en el Superclásico, y encima en cancha del eterno rival.
Más tarde, Javier Castrilli sancionó un penal y Tito se redimió: le atajó el remate desde los doce pasos a Roberto Pompei. De todas formas, el Manteca, a los 30, puso el 3-0: el Xeneize se encaminaba a un triunfo por goleada en el Superclásico, y encima en cancha del eterno rival.
Sin embargo, antes del final del primer tiempo comenzó la histórica remontada del Millonario. A los 42, Sergio Berti anotó el descuento. Así, la primera mitad finalizó 3-1 a favor de Boca. Más allá de eso, muy pocos podrían imaginar lo que sucedería más tarde.
Las emociones fuertes llegaron sobre el final del partido. River logró lo que parecía imposible: empatar el partido. Con los dos equipos con uno menos (se habían ido expulsados Berizzo y Manteca Martínez), Facundo Villalba la picó por encima de Sandro Guzmán y puso el 3-2, a los 36. No obstane, a cuatro del final, apareció Celso Ayala, quien aprovechó un córner y puso el 3-3 con un cabezazo, para que explote el Monumental y ponerle punto final a un Superclásico histórico. Ese certamen los dirigidos por Ramón Díaz darían la vuelta olímpica.