Otra vez hay ruido de pelota a la vera de la calle Zanetti. La fachada no parece la de un club deportivo, sino más bien la de una sociedad de fomento. No hay un escudo, aunque sí un mensaje de calidez que trascendió las fronteras del tiempo. “Bienvenidos, Club Santa Blanca”, se lee junto al logo de Maipú Municipio en la pared que da a la calle del salón de usos múltiples. Barrio puro, humildad a flor de piel.
Basta con recorrer unos metros por el pasillo de ingreso al campo de juego para sentir el contacto con la realidad de una institución que supo levantarse prácticamente de las cenizas gracias al espíritu pujante de su gente. La grata noticia es que el Club Social y Deportivo Defensores de Santa Blanca volvió a ser un lugar de encuentro para los habitantes del distrito y sus alrededores. Un lugar de contención y gestación del sueño de cientos de niños y niñas que sueñan con jugar en el Tomba, Boca o River.
Es sábado por la tarde, febo pega extremadamente fuerte mientras un grupo de niños despunta el vicio de “jugar a la pelota” en la canchita de tierra de fútbol 5 contigua a la principal. Es una jornada de fiesta, por eso se va preparando todo para un nuevo encuentro futbolístico entre las escuelitas de Santa Blanca, Fray Luis Beltrán, Rodeo del Medio, Piccione Fútbol (todos de Maipú) y Club Unión, del departamento de Godoy Cruz.
“Este año van a hacer cuatro años que empezamos a trabajar en el club implementando distintas actividades, culturales y deportivas. Estamos haciendo talleres con salida laboral, que es una gran oportunidad para los jóvenes y adultos en estos tiempos donde la economía está tan complicada. Después tenemos actividades de esparcimiento como pintura, baile. Y en cuanto a lo deportivo tenemos fútbol masculino, femenino e infantil. Además, hace poco hemos incorporado el futsal con una gran aceptación en la gente”, le cuenta a Los Andes, Marina Tonetto, coordinadora del club e hija de Osvaldo Tonetto, el actual presidente del club.
Según Marina, el estatuto del club reza que la fundación data del año 1973. Es decir que el año próximo estará cumpliendo sus primeros 50 años de vida. Bodas de Oro. “Costó mucho reactivarlo, ahora la idea y el compromiso es llevarlo adelante en lo que más se pueda”, aporta la coordinadora, quien asegura que de estar prácticamente cerrado, en la actualidad, de manera mensual, pasan alrededor de mil personas entre todas las actividades”, agrega.
En cuanto a la importancia del rol que cumple la Municipalidad de Maipú en este resurgir del club, Tonetto es clara: “El municipio nos ayuda bastante. Con material deportivo, aproximadamente dos veces al año porque la realidad es que el club se mantiene con una cuota social muy baja, que varían entre los 200 y 500 pesos mensuales, dependiendo la disciplina”, apunta.
A través de un compromiso que asumió el Intendente Matías Stevanato, una de las obras que se está llevando a cabo en este momento en el playón deportivo es el techado completo del recinto. “Es una obra que el intendente se comprometió a hacer y hoy, de a poco, ya la estamos viendo hecha realidad. Se comenzó a trabajar hace un par de semanas y la idea es que el techado quede proyectado para un futuro poder reacondicionar todo el piso para que quede completo”.
El profesor Rafael Bravo, un referente de la zona, es el encargado de llevar adelante el proyecto futbolístico. Es el PF y el DT del equipo de Primera, quien encabezó un proyecto en el que Santa Blanca comenzó participando en 2021 en la Liga Juninense de Fútbol. Esa incursión resultó una gran experiencia para la institución del este maipucino, que durante este año adoptó el desafío de dar un salto de calidad e inscribirse en la prestigiosa Liga Rivadaviense de Fútbol. “La idea fue salir de una liga más básica y empezar en una más competitiva y compleja. Nos costó bastante, si bien los resultados en lo deportivo no fueron del todo bueno, se cosechó una experiencia que realmente invitan a soñar. Evidentemente, el club no está preparado para afrontar una liga como la rivadaviense porque en cuanto a lo estructural tenemos muchas necesidades, como el cierre olímpico de la cancha, que es lo más necesario”, comenta el profesor Rafael Bravo.
El próximo objetivo en cuanto a lo deportivo para el club es la Copa del Este. “Tuvimos la posibilidad de incorporar tres refuerzos. Por ahora llegaron Néstor Latara, Enzo Bosco y Matías Vargas, quienes ya tuvieron una trayectoria en Inferiores y en Primera a nivel provincial. Suman experiencia, capacidad e inteligencia a los chicos que ya están en el club y que también tienen sus condiciones naturales de juego, aunque les falta esa picardía que te brinda el hecho de haber jugado durante mucho tiempo a otro nivel”.
El Club Defensores de Santa Blanca también tuvo otra experiencia realmente superadora, como lo fue la participación en el incipiente torneo de futsal de la Liga Mendocina de Fútbol. “Fueron pequeños objetivos que se fueron trazando y fuimos cumpliendo a lo largo del año, con diferentes resultados, eso está claro, pero se sabe que en un inicio no todo es bueno porque los torneos son muy competitivos y cuesta adaptarse a los cambios. Todo lleva su tiempo, pero estamos convencidos de que se pueden hacer muchas cosas”, reflexiona el “Rafa”.
El Club tiene una Escuela de Fútbol que conduce el profesor Leonardo Palta, en la que se están formando dos categorías: Sub 11 y Sub 13. Esas dos categorías también participarán de la Copa del Este, que está próxima a comenzar. También recibieron la invitación para participar en la Copa del Este Femenina con la primera división del fútbol femenino del club, un grupo que se está armando paulatinamente.
“Se está trabajando para lo nuevo, para lo que viene de inmediato, pero también con una perspectiva y un objetivo a largo plazo. Ojalá el tiempo, el material humano y la Comisión Directiva del club nos apoye para seguir creciendo día a día. La idea es salir nuevamente al ruedo porque el Club Santa Blanca tiene una historia y el desafío es retomarla. El camino va a ser largo y difícil, pero necesitamos la paciencia y la confianza necesarias para avanzar poco a poco porque Santa Blanca es un club humilde. Y el gran ejemplo de ello es Patronato, el último campeón de la Copa Argentina”, finalizó Bravo.
Hay ruido de pelota, pero sobre todo hay esperanza, trabajo, proyectos y fe. Gracias a su gente, el histórico Club Defensores de Santa Blanca está otra vez de pie. Y esa es una gran noticia no sólo para los habitantes del distrito del este del departamento de Maipú y sus alrededores, sino también para el deporte mendocino.