A pesar del día gélido, gris y lluvioso en Buenos Aires, los hinchas argentinos armaron una verdadera fiesta en la previa del debut de la Selección Argentina en las Eliminatorias Sudamericanas. Y como la de la Selección Argentina campeona del mundo ya es una marca registrada, en la intersección de Avenida Libertador y Udaondo, por dónde los hinchas albicelestes ingresaban, la venta de artículos estaba a la orden del día. Eso sí, debido a la crisis, según los propios vendedores, hubo mucha menos demanda que en el encuentro frente a Panamá, cuando la Scaloneta festejó la obtención del título en Qatar. Las camisetas de la selección se vendían en $8000, las banderas en $1200, los pilotos entre $1000 y $2000 y los gorritos pilusos se vendían a $3000.
Sonia, una de las vendedoras ambulantes, que gritaba el típico “¡a las remeras, a las remeras!” le comentó a Los Andes que las ventas iban mal. Eran alrededor de las 18:10 y todavía tenía mucha mercadería.
Más adentro de calle Udaondo, más vendedores ambulantes: las camperas de los campeones del mundo tenían un costo de ¡$10.000!. Los simpáticos moños albiceles (porque a este equipo hay que vestir de frac para verlo) se expendían a dos por $500 o cada uno a $300.
A unos metros de allí se encontraban Gonzalo y Sergio, de Gloria Eterna 3, los precursores de una cuenta de Instagram que recorren los estadios de Argentina portando una buena réplica de la Copa del Mundo (que a pesar de lucir un toque despintada por el uso) tiene un costo de aproximadamente 200.000 pesos.
“La gente se acerca y se saca una foto con la Copa del Mundo. ¿Cuánto dinero les cobramos? Una colaboración a voluntad. Recién llegamos, pero en cada evento que hemos estado, la gente literalmente se copa y nos hacen el aguante”.
Entre medio de los hinchas que agitan con los trapos de fondo, y el intenso olor a marihuana, los vendedores de cerveza están a la orden del día. Si bien algunos la ofrecen a $1200, se impone la rebaja a $1000. Los carritos de comida tampoco tuvieron tanta demanda como en marzo. Por ejemplo, un sándwich de bondiola tenía un costo de $2000, pero una hamburguesa “paty” costaba $1500, “con gaseosa $2200″, cuenta Lucas mientras le da indicaciones al cocinero.
A escasos metros, Claudia ofrece pulseras y tobilleras con los colores albicelestes. Los precios varían según el modelo: entre $500 y $800.
Cuando el reloj marcaba las 18:30, el grueso del público que ingresaba por las plateas Belgrano y Sivori comenzó a hacerse una ola albiceleste cada vez más pronunciada. A esa altura de la tarde hacia más de una hora que se habían abierto las puertas del Monumental y los hinchas ya habían armado una tremenda fiesta. Con bombos, redoblantes y las infaltables banderas de Maradona y Messi, la gente vivió la previa del regreso oficial de los campeones a toda orquesta. “¡Muchaaaachos, ahora nos volvimo’ a ilusionar...”!