El piloto mendocino de rally, Juan Cruz Yacopini cerró un año increíble en el plano internacional, donde logró finalizar en el tercer lugar en el Campeonato Mundial de cross-country.
Yacopini con este gran resultado alcanzó uno de sus máximos sueños; destacarse en el plano internacional. Algo que logró junto al navegante español, Daniel Oliveras.
El piloto del equipo Toyota Overdrive Racing completó, por primera vez, un calendario de estas características. “La continuidad en estas competencias ha sido lo más importante”, dice Yacopini, quien viajó hace unos días, viajó a la ciudad de Bakú, a la ceremonia de premiación de la FIA, donde compartirá la Gala junto a los mejores del mundo, entre ellos, sus compañeros de asistencia técnica y equipo, Nasser Al-Attiyah y Yazeed Al Rajhi.
“Estoy viajando a recibir el premio del Campeonato del Mundo de cross-country en el que he quedado tercero. Es premiación de la FIA, donde se destaca a todos los que corrieron categoría de la FIA y, este año, la entrega es en Bakú, Azerbaiyán. Me invitaron ahí y voy a ir a recibir el premio”.
-¡Un lujazo!
- Sí, la verdad que sí. Es tremendo porque van a estar todos los pro, así que va a estar muy bueno.
- Juan Cruz, finalmente, estás entre los pro y concluís una temporada increíble...
- Es un gran año y de mucho aprendizaje. Estoy feliz. Mucha competencia, mucha carrera, así que estoy viviendo un sueño.
- Lograste tus primeros podios internacionales ¿Cómo ha sido vivir todo eso?
-Desde el 2018, cuando comencé a correr en auto, este fue el primer año hice un calendario completo internacional. Si bien había hecho todo un campeonato completo, pero nacional, que he sido campeón argentino. Hice un par de carreras, corrí en Kazajistán, Marruecos, dos veces antes de hacer el calendario completo. Y en el ritmo de competencia estaba bastante lejos, pero cada vez voy mejorando. La continuidad a lo largo de todo el año y correr tantas carreras, estar siempre en contacto con la camioneta, el copiloto con el que he pegado buena onda, todo eso me ha ayudado a crecer también. Ser más consistente, a tener más seguridad a la hora de manejar y cometer menos errores. Además, tener bien en claro que el proceso es largo, que los que están adelante llevan muchos años. Y que uno de un día para otro le empieza a ganar, pero que hay que trabajar duro y tener continuidad. Es lo que puede pasar el día de mañana, que siga avanzando y pueda estar cada vez más arriba.
-¿Y cómo te reciben todos esos pilotos? ¿Todos esos personajes admirados, con los que hoy compartís el podio?
-La verdad que en este deporte hay bastante compañerismo. Y si bien son pilotos de más edad que yo, me han recibido muy bien. Cada duda que he tenido o pregunta que he tenido, siempre han estado muy al pie de la letra para darme una mano, para ayudarme. Siempre han sido muy buena gente. Tanto dos referentes que he tenido en el equipo, como son Nasser Al-Attiyah y Yazeed Al Rajhi, siempre han sido súper simpáticos conmigo. No me puedo quejar. En el cross-country hay bastante buena leche entre los competidores.
-Son travesías complejas, seguramente la solidaridad es algo natural...
- Sí, además, si la ayuda no te cuesta perder la carrera o tiempo significativo, siempre trato de ayudar. He ayudado bastante. También porque uno nunca sabe lo que le va a pasar. Siempre espero no tener problemas, pero todo el mundo los tiene, porque por ejemplo; el Dakar son 15 días y las chances de que falle algo son altas. Entonces hay que tratar como en la vida, ser buena persona y cuando se puede, ayudar.
- ¿Cómo dividís los tiempos en tu vida entre los entrenamientos, la competencia, tu trabajo en la empresa y tus estudios?
- Bien, muy bien. Estoy terminando de estudiar y me quedan tres materias para recibirme de administrador de empresa. A la empresa vengo todos los días, más allá de que no tengo un trabajo fijo, pero trato de estar, aprender de escuchar de mi papá y los gerentes que quien se aprende mucho. Este año he viajado un montón, por eso es difícil darle una constancia a lo que sería un trabajo formal y cumplir horarios. Además, de los entrenamientos, porque este año he entrenado mucho, seis o siete veces a la semana, en la bicicleta de ruta y en el gimnasio. Es un buen mix de cosas que trato de hacer, por suerte disfruto de cada una de ellas. Lo que más me lleva tiempo son los entrenamientos. La bici te lleva mucho tiempo, pero me ha ayudado mucho físicamente, para estar más fino, más fuerte en todo.
- ¿Salís a pedalear a la ruta con los ciclistas locales?
- Tengo uno de mis íntimos amigos que es muy pro andando en bici, salgo con él. Además, somos un grupo como de 15 amigos que salimos a pedalear. No somos ciclistas, somos amigos que andamos en bici.
- Son amigos que te hacen el aguante a los entrenamientos...
- Sí, pero varios son mucho más fuertes, pero nos divertimos y nos cagamos a palos, que es lo bueno de tener amigos que les guste competir.
- La preparación en bicicleta ¿En qué te ayuda en una travesía de esta naturaleza?
- En la bici, también salgo solo y estoy muchas horas sentados y pensás en cualquier cosa, pero también es bueno en lo aeróbico, porque te da mucho aire. Estar haciendo lo mismo durante tanto tiempo te ayuda; porque si una etapa dura 4 horas y si anduviste 4 horas en bici te la vas a aguantar bien. Pero también el gimnasio es fundamental, porque en la camioneta te golpeas muy fuerte y es muy duro andar tantas horas arriba de un vehículo durante tantos días. Por eso hay que estar muy fuerte porque si no te podés lesionar fácil, porque te golpeas muy, muy fuerte. Son muchos días de carrera, por lo tanto, hay que estar a punto.
- ¿Cómo te ha ido con el copiloto esta temporada, porque supongo que debe ser uno de los puntos importantes?
-Sí, antes corría con mi papá y este año comencé a correr con un español que se llama Dani Oliveras, es de Girona, España; es un crack. Con él hemos pegado una onda tremenda, nos entendemos muy bien y cada vez, mejor. Me da tranquilidad. Es un gran mecánico y, en estas carreras que son tan largas que tenés al alcance de la mano miles de inconvenientes y, que si no sabés del tema, es difícil solucionarlo. Competir con una persona como Dani, que es mecánico, te ayuda mucho y te aporta mucha tranquilidad a la hora de largar una carrera, es que cada minuto vale en este deporte. Por eso es muy bueno tenerlo de copiloto.
- Se acerca el Dakar y a juzgar por los resultados, ¿Llegas en grandes condiciones?
-Seguramente va a ser un gran Dakar. Estoy súper contento, motivado, confiado y muy tranquilo con todas las carreras que he hecho este año. Si bien a mí no me gusta hablar generalmente de resultados, siempre digo que voy a tratar de hacer lo mejor posible y estar lo más adelante que se pueda. Con Dani estamos muy tranquilos, de hacer las cosas bien, como lo hemos hecho. Disfrutando sobre todo cada momento y trataremos de poner en práctica todo lo que hemos aprendido. Estamos expectantes a que sea una gran carrera, pero sobre todas las cosas disfrutarlo a tope. Por lo que comentan será un Dakar súper duro. Habrá una etapa muy complicada, de 48 horas, donde los recursos de Dani como mecánico serán súper valiosos y ojalá no lo tengamos que utilizar.
- Además del equipo, contás con un fuerte apoyo familiar y de amigos.
- Mi familia es la única que realmente me apoyan en todo para que vaya a correr. Con ellos estoy eternamente agradecido, mis hermanas y mi mamá no acompañan en las carreras, pero les encanta que corra. Ellas disfrutan y me apoyan a la distancia. Obviamente, agradezco a mi mecánico y a toda la gente que le gusta el deporte y que me escribe o que me hace llegar su cariño de alguna u otra forma, lo cual es súper valorable. Es muy lindo. Cuando estoy en Arabia tan solo, toda esa mística que tenemos los argentinos, esa locura mística se siente y es un envión anónimo súper grande.