Lo que le costó al Lobo sumar un punto de local. Gimnasia volvió a empatar en el Legrotaglie, esta vez 1-1 ante Mitre (SE) y fue el tercero de manera consecutiva, por lo que no pudo recuperar el liderazgo de la zona B, ahora a manos de Nueva Chicago, cuando la competencia ingresa en la recta final de cara a la definición de los ascensos. Por ahora, y luego de su cuarto partido consecutivo sin poder ganar, está tercero.
El Lobo tuvo que batallar más de lo pensado para sumar un punto en su estadio. Además, previo al pitazo inicial de ayer, pesaba una racha: iban tres encuentros sin poder marcar goles. Al menos consiguió romperla a través del capitán, Maximiliano Padilla, a poco del final.
El elenco de Ezequiel Medrán saltó al campo de juego urgido por una victoria, reconociendo el triunfo de Nueva Chicago, el sábado, ante Aldosivi como un escollo en su camino al liderazgo.
Sin embargo, lo externo no influyó sobre el plantel mendocino. Gimnasia supo llegar con mucho peligro al arco de un Aurinegro que eligió refugiarse en zona defensiva y apostar al contragolpe.
Pero un error defensivo del conjunto local cambió el panorama del encuentro y le dio la chance a Santiago Rosales de marcar la apertura del marcador, tras anticipar a Matías Tagliamonte.
Claro, con mucho por jugar aún, el Lobo insistió en intensidad y presión.Y la visita se quedó con uno menos por la roja a David Romero.
Fue todo mensana. El control del balón y las buenas intenciones. ¿Qué faltó? Lo mismo de otras tardes: profundidad y precisión para lastimar en los últimos metros del campo. Encima, contó con un puñado de acciones claras, pero fallaron los definidores de ocasión.
Con Nicolás Rinaldi, Nicolás Romano y Nazareno Solís, el Lobo desbordó a la visita, aunque no consiguió expresar esa enorme diferencia en el marcador. Así, el descanso se anticipó como un buen momento para reorganizar el equipo y las ideas.
Medrán comprendió que debía cambiar y Leandro Ciccolini ingresó para dar vértigo en campo rival. Y, en desventaja, el Lobo fue perdiendo la paciencia ante un reloj impiadoso que no dejaba de correr. Pero contra todos los males del mundo, el minuto salvador llegó. Sobre los 31′ apareció el capitán Padilla para empardar y extender la esperanza.
El reparto de puntos no le cayó bien al Lobo, que deberá reinventarse para salir de este momento complejo y seguir soñando.
Será una semana corta de trabajo para Gimnasia, que el viernes desde las 15.30 visitará a Gimnasia y Tiro de Salta por la fecha 32 de la zona B.
