Acá, allá y en todos lados. En Mendoza, en Paraguay, en el Monumental y también en San Juan. De cabeza, de derecha, de izquierda, de tiro libre, de penal, de afuera del área... de todas las maneras y para todos los gustos. En cinco años, los hinchas de Godoy Cruz disfrutaron del repertorio del gran Santiago Damián García Correa (1990-2021). Un goleador eterno. Un ídolo inmortal.
Porque el “Morro” fue bastante más que un ocasional tocado por la varita mágica de los optimistas del oficio de romperredes. El morocho uruguayo poseía el olfato típico de un artillero, pero a su vez mostraba todos los fines de semana que su catálogo de definiciones no sólo quedaba allí: solía definir con ambos perfiles y sin ser un lungo que oficiara de faro, era inteligente para moverse en el área con el fin de fabricar el espacio que le permitieran meter el testazo con precisión. De hecho, 11 de sus 51 goles en el Tomba fueron de cabeza.
A sus enormes aptitudes de animal de área le sumó una gran dosis de generosidad a la hora de elaborar juego y asistir a sus compañeros. Jaime Ayoví, Javier Correa, Juan Garro, Miguel Merentiel y Tomás Badaloni, por citar algunos casos, pueden dar fe de ello.
Su mejor temporada, sin lugar a dudas, fue la 2017/18. Porque detrás del consagrado goleador de la Superliga que el Tomba le peleó a Boca hasta el final, hubo un rendimiento colectivo e individual extraordinario que posicionó al Morro en el ranking de los cinco fuera de serie del campeonato, sitial que supo compartir con futbolistas de la talla de Cristian Pavón, Lautaro Martínez, Ricky Centurión y el arquero Franco Armani.
En su estadía en Godoy Cruz, el Morro alcanzó los 51 goles en 119 partidos, una marca notable y un envidiable promedio de casi gol cada dos partidos. A esos números hay que sumarle las once asistencias (los goles que les hizo hacer a sus compañeros) que registra este humilde redactor.
Los hinchas de Godoy Cruz disfrutaron de sus goles, de su juego y de su gran carisma. Simplemente, lo amaron y lo seguirán haciendo con locura. Es un romance infranqueable que los unirá por siempre. Porque ni la muerte los va a separar.
Esos que jamás entendieron que Lucas Bernardi lo mandara a la platea durante gran parte del primer semestre de 2017 porque estaba excedido de peso. Los mismos que le regalaron la mejor ovación la tarde que Dabove lo sacó para que todo el pueblo bodeguero lo aplaudiera de pie cuando Godoy Cruz venció 2-0 a Tigre en el Malvinas Argentinas y se coronó subcampeón del fútbol argentino por primera vez en su historia.
No era para menos. En los últimos siete partidos de esa Superliga, el Morro había convertido nada menos que 9 goles. “Mendoza es mi lugar en el mundo. Me siento muy cómodo, muy querido y por suerte los resultados están ayudando mucho”, comentaba por aquel entonces. Tiempo después extendía su contrato con el club hasta junio de 2021.
La partida de Dabove coincidió con el bajón futbolístico de Godoy Cruz y también del “Morro” García. A pesar de ser el goleador del equipo nuevamente en la temporada 2018/19, su nivel ya no era el mismo. Así y todo, logró romper una curiosa racha que lo desvelaba: convertir por torneos internacionales, lo que conquistó en la Copa Libertadores 2019. Primero, con el descuento (1-2) en la derrota ante Olimpia en Paraguay y después, cuando el equipo de Bernardi jugó un primer tiempo de ensueño ante el actual campeón de la Libertadores, Palmeiras. Esa noche, en apenas 29′ el Tomba se puso 2-0 con dos goles suyos y el crack uruguayo desperdició la chance de marcar su primer hat trick en Mendoza. El arquero brasileño Weverton le atajó el penal que hubiese sido el 3-1 parcial. Terminó 2-2.
Su último festejo fue hace un año, antes del inicio de esta maldita pandemia que nos cambió la vida y se llevó la de ídolos que serán eternos.
Tres hitos que dejan huella
El debut
El viernes se habían cumplido 5 años del debut del “Morro” García en Godoy Cruz y con Sebastián Méndez como DT. Fue contra Rosario Central en el Gigante de Arroyito con derrota 0-1 y el uruguayo ingresó a los 17′ del segundo tiempo por quien luego sería su compadre y conformaría una gran dupla, Jaime Ayoví. En ese certamen, el Tomba terminó cuarto, por lo que obtuvo la clasificación para la Copa Libertadores de 2017.
El último gol
El 10 de febrero de 2020 vs Huracán (2-1) en el Malvinas Argentinas. El próximo miércoles se va a cumplir un año. Esa noche se dio un abrazo con Israel Damonte (DT de Huracán), con quien habían sido compañeros en Nacional de Uruguay. Y después hizo un golazo y dio una asistencia para el segundo gol de su compatriota Miguel Merentiel, reciente campeón de la sudamericana con Defensa y Justicia.
El último partido
El 19 de diciembre del año pasado, cuando Godoy Cruz perdió 3 a 0 frente a Newell’s en el estadio Malvinas Argentinas, por la segunda fecha de la zona Complementación B de la Copa Diego Maradona. Ese día jugó los 90 minutos.