Carlos Bilardo es una de las leyendas del fútbol argentino que, con su trabajo, dedicación y astucia, logró comandar a la Selección Argentina para conseguir la Copa del Mundo de 1986 y llegar a la final del Mundial de Italia 1990.
Además, su trayectoria abarca exitosos ciclos como jugador y entrenador de Estudiantes de La Plata, club del cual se ha manifestado como uno de su más fervientes hinchas, y donde una estatua suya adorna la atmosfera del Estadio UNO Jorge Luis Hirschi.
Esta enorme personalidad del mundo del fútbol padece desde hace unos años el síndrome de Hakin-Adams, una enfermedad neurológica progresiva, es por eso que su vida es bastante reservada. Sin embargo, su hermano Jorge suele brindar cada tanto diversos detalles del día a día del doctor y, en las últimas horas, reveló una curiosidad sobre el exentrenador a la hora de ver jugar a Lionel Messi.
“¿Su salud? Carlos está bien. Se baña, se cambia y come. Está en la casa con un enfermero y ve los partidos. Messi le saca una sonrisa. Cuando hace un gol, Carlos se ríe, se le dibuja una sonrisa y dice: ‘La puta, este juega bien’”, comenzó Jorge en una entrevista con el sitio Super Deportivo Radio (Radio Villa Trinidad).
Luego agregó: “Cuando hace un gol de tiro libre, Carlos sabe que los practica. Es más, Carlos le había dicho, cuando Diego (Maradona) era el entrenador, que no jugara tanto a la derecha y vaya más al medio, como lo hace ahora”, sentenció el hermano de Carlos Salvador Bilardo.
Lo que se sabe del estado de salud de Bilardo
Jorge Bilardo no solo habló del disfrute de su hermano a la hora de ver a Messi, sino que también brindó detalles de cómo Carlos continúa con el tratamiento de una enfermedad que se le detectó previo al inicio de la pandemia.
“Carlos sufre una enfermedad que los médicos le dijeron que de esto no se va a morir. Se va a morir de otra cosa, pero de esto no. Lo único que no sigue es una charla, una conversación. Por ejemplo, vos le decís: ‘Che, Carlos, hace calor’. Y él te contesta que sí y la corta ahí. Nos reconoce a todos, eso es bueno, pero no tiene la charla de una conversación. Habla poco”, concluyó.