“Piensen que ustedes van a ser profesores durante toda la vida. Un profesor de Educación Física puede llegar a tener un rol social importantísimo y un campo de acción muy amplio. Ustedes brindan calidad de vida para las nuevas generaciones y para todas las generaciones. Una profesión que le sirve a las personas para ser más felices para toda la vida”, aseguró Emma Cunietti (Coordinadora General de Educación Superior) en el marco de los 60 años del Instituto de Educación Física, dejando en claro la valía que tienen los egresados de dicha institución y el aporte que se hace desde el Instituto a la sociedad mendocina.
Seis décadas de esfuerzos, de reuniones, de ideas innovadoras, de fracasos, de levantarse y volver a empezar. Seis décadas de crecimiento constante y de adaptación a los tiempos que se fueron transitando.
Reinventarse día a día y adaptarse a diferentes contextos fue clave para la consolidación y el crecimiento de una institución que tiene la experiencia como bandera y como plataforma de cara a un futuro que siempre traerá nuevos desafíos.
El rector, Magister Luis Castillo, aseguró que “60 años donde el crecimiento, desarrollo y mejora académica han sido una constante. Desde su creación ha respondido a las necesidades de formación de profesionales: primero profesores (FD), luego se agregaron especializaciones (CE), posteriormente formación técnica (FT) y últimamente formación personal para el trabajo (FPT). La mayor y más vertiginosa transformación ocurrió estos últimos 16 años (cuatro gestiones) donde en las primeras dos se procedió a encauzar el propósito de la institución que es abarcar todas las problemáticas de la actividad física en general y se produjo un gran incremento en infraestructura, los materiales y equipos y la actualización de los diseños curriculares de todas las carreras; se crearon además nuestras sedes en San Rafael, Malargüe y Rivadavia.
En la tercera gestión se trabajó en el incremento de las acciones que corresponden a la educación superior como formación continua, investigación, compromiso con la comunidad y publicaciones. En la cuarta y actual gestión se dio un gran impulso a la actividad académica con investigaciones científicas y su publicación, la creación de laboratorios y una fuerte inversión en materiales y equipos acordes al siglo 21, se trabajó además en las vinculaciones con otras organizaciones locales e internacionales.
Es justo decir, que no todo se ha logrado, los dos principales y más grandes objetivos como los son la creación del instituto universitario y nuestra nueva casa la Villa Deportiva están estancados, principalmente por unos pocos funcionarios, que quizás por desconocimiento o por otras razones no tan nobles traba el logro de tan preciado objetivo, objetivos que compartimos con el director de escuelas, la coordinadora de educación superior y la coordinadora de educación física de la DGE”.
Seis décadas que se festejaron a lo grande
Con un acto académico realizado el mismo jueves 2 de junio, el IEF comenzó una serie de eventos que sirvieron para poner en su valor su trayectoria.
Se distinguió a ex rectores, a profesores destacados y al personal que llevan más de 20, 30 y 40 años en el Instituto.
Se presentó además el libro de los 60 años, un recorrido por la historia de la institución que fue escrito por Gustavo Capone, Maxi Salgado y Julio Fischer. Un trabajo que pone en relieve el camino realizado y hace una apuesta al futuro.
“Mirar el pasado, analizar el presente y pensar el futuro. Fue el eje que nos planteamos a la hora de planificar un libro que pudiera ir más allá de un repaso de 60 años de historia. Un trabajo de revisión en el que se dejan sentadas las bases de cada una de las semillas que germinaron en carreras que fueron dando respuestas a nuestra sociedad. Un racconto de cómo se fue construyendo una institución que no se encorseta, que crece, con todo lo que ello significa, y que plantea proyectos hacía el futuro, casi cómo un manifiesto, el que podrá ser evaluado dentro de 10 o 15 años. El objetivo está cumplido y el desafío se puso en marcha”, dice .
Ese mismo día, los alumnos de las tecnicaturas recibieron la famosa “I” que es un símbolo que identifica a todo aquel que pasó por el Instituto y que se entrega a los alumnos de todas las carreras que ingresan.
Ya el día viernes 3, más de 300 egresados de las promociones 2019, 2020 y 2021 recibieron sus diplomas en el Arena Aconcagua. Allí hubo muchos estudiantes que pasaron parte de su trayecto escolar durante la pandemia.
“Fue una experiencia rara. No poder tener el contacto con los compañeros y sólo cursar a través de una pantalla. Pero quiero destacar que el Instituto dio siempre respuestas rápidas al cambio y eso fue importante porque no perdimos tiempo de formación”, contó Gastón.
Mientras que Sabrina, fue más o menos por el mismo lado. “Fue difícil el 2020 porque no pudimos cursar las materias deportivas, pero rápidamente el Instituto restableció las condiciones”.
Y el lunes pasado todos los alumnos disfrutaron de una jornada de actividades deportivas en el predio de la Villa Deportiva y el Arena Aconcagua. Y para finalizar, este martes se realizó el cambio de abanderados. Los festejos seguirán el jueves y viernes en la Sede San Rafael.
Un legado que debemos cuidar
“Debe ser un profesional flexible sin prejuicios, con espíritu innovador, comprometido, responsable, con tolerancia frente a los cambios y toma de decisiones, adaptándose al medio y motivador haciendo un clima agradable para los alumnos. Debe conocer el contexto en el cual se desarrolla, analizarlo y luego promover la comunicación con su comunidad, fomentando la convivencia, la participación, colaboración y reflexión, estando activamente en el proceso de socialización, evitando las desigualdades”, esta definición de lo que es un profesor de educación física, encaja a la perfección con lo que es nuestro instituto.
Seis décadas de esfuerzos, de reuniones, de ideas innovadoras, de fracasos, de levantarse y volver a empezar. Seis décadas de crecimiento constante y de adaptación a los tiempos que se fueron transitando.
Reinventarse día a día y adaptarse a diferentes contextos fue clave para la consolidación y el crecimiento de una institución que tiene la experiencia como bandera y como plataforma de cara a un futuro que siempre traerá nuevos desafíos.
Seis décadas de darle a la comunidad mendocina una educación de calidad.
Educación integral, en valores. Educación para la vida en democracia, para el mundo del trabajo, para continuar estudios superiores.
Cada persona que soñó, trabajó, enseñó, aprendió, transitó por los distintos lugares del Instituto, ha dejado su impronta. Ese trayecto compartido ha dejado huellas y ha constituido un legado. Legado que atesoramos y que adaptamos a los requerimientos y necesidades.
Ese legado somos cada una de las personas que conformamos el pulso y el corazón de la institución, ayer y hoy. Somos aquellos que cada día, con esfuerzo y compromiso, le damos vida a la institución.
El Instituto se destacó por ser una institución moderna en su pedagogía, innovadora en la enseñanza, formadora de formadores. Un compromiso que mantenemos hacía el futuro.
Aquella institución, arcaica hoy a la luz de nuestros días, que tenía internado y cursos para mujeres y varones en forma dividida, es hoy un ámbito en el que se trabaja en género. Dejo atrás la formación de profesionales solo en educación física para las escuelas y se convirtió en un lugar que capacita a profesionales en diferentes ámbitos. Supo escuchar y a la vez responder con celeridad y certeza. No sé quedó encerrada entre cuatro paredes, salió al país y al mundo para aportar y transmitir experiencias y sapiencia.
Ese recorrido, muchas veces poco conocido y valorado, es el que se plasma en estás páginas. Las mismas que son una plataforma de difusión para lo que aspiramos y, estamos seguros, conseguiremos en los años próximos.
Partimos de la ilusión de la necesidad, la que hemos satisfecho y caminamos hacía la excelencia, sabiendo que está se construye en el día a día.
Este libro revive la historia, pretende ser memoria activa. Dicen que aquellos que no tienen memoria, no tienen futuro. Ese fue el nervio que nos impulsó durante varios meses a repasar, investigar, recordar. Nos frenamos para admirar el paisaje con la misión de encontrar sendero que permita continuar con el legado y seguir avanzando hacia nuevos desafíos
Por Maxi Salgado - Comunicación IEF. (La nota cierra el Libro que escribió junto a Gustavo Capone y Julio Fischer).