La puerta estaba cerrada con llave, candado y seguro. Pero, al modo de las modernas aberturas automatizadas, bastó accionar un botón para que lentamente se fuese desplegando y asomara el protagonista de un reencuentro tan inesperado como romántico.
Justo algunas horas después del Día del Niño, los hinchas de Godoy Cruz recibieron el mejor regalo posible. El “Loco” Ibáñez, ese por el que habían hecho un banderazo de apoyo en junio de 2013, estaba en el Predio de Coquimbito, posando para los flashes con la ropa del Tomba y el balón entre sus manos. No lo podían creer. Ni ellos ni tampoco el propio Ibáñez, quien hace siete años y con todo el dolor en el alma se vio obligado a buscar nuevos horizontes futbolísticos porque el presidente del club había decidido no renovarle el contrato. Sí, el mismo José Mansur que hoy, motivado por las circunstancias, tuvo que sentarse a negociar un nuevo vínculo con el arquero nacido en la cantera bodeguera.
Diferencias al margen, limadas o no (vaya uno a saber), primó la cordura, el sentido común y el gran beneficiado será el Club Deportivo Godoy Cruz Antonio Tomba. Porque el Tomba no sólo incorpora a un refuerzo de extrema experiencia y jerarquía en un puesto determinante, sino que además le da un mensaje a todos los ídolos que alguna vez se fueron del club enemistados con el actual presidente y que hoy sienten que las puertas están más cerradas que nunca.
Si en el Tomba buscaban una persona que tuviera real ascendencia sobre un grupo joven, el Loco parece el más indicado. A pesar de haber sido durante mucho tiempo un cultor del perfil bajo -el que evidenció casi siempre a la hora de enfrentar los micrófonos y grabadores-, Nelson puede apuntalar el camino de los sueños de Roberto Ramírez, Juan Cruz Bolado y Matías Soria, tres jóvenes arqueros surgidos en la Bodega y formados a imagen y semejanza de grandes exponentes de un puesto que en Godoy Cruz supo traer satisfacciones.
El Loco vuelve más cuerdo que nunca. Porque, si bien aún no lo expresó públicamente, no hay que ser un genio para darse cuenta de que por su cabeza pasa retirarse con los colores que más ama. Un sentimiento que comenzó a forjar desde pequeño, jugando en los picados de barrio y hasta que el profesionalismo tocó la puerta de un destino inexorable.
Antes de eso, y luego de un paso a préstamo por el Deportivo Guaymallén (Argentino B_2004), había tomado la difícil situación de abandonar el fútbol. Cuenta la leyenda que Daniel Oldrá (¿quién otro sino él?) lo fue a buscar a un taller mecánico donde el Loco hacía “changas”. El Gato, por aquél entonces ayudante de campo de Juan Manuel Llop, lo convenció de volver a jugar. Y el 13 de mayo 2006 tuvo su bautismo de fuego en el Nacional B. Fue un empate 1-1 ante Ben Hur, en el Malvinas Argentinas.
Esa primera gran alegría que significó el ascenso a la élite se potenció con el debut absoluto en Primera División. El 28 de agosto (pronto se cumplirán 14 años) de ese mismo 2006 le tocó reemplazar al Cóndor Torrico, quien había sido expulsado a los 5′ del partido ante los jujeños, y mantuvo el arco en cero.
Paradojas del señor destino, hace unos meses, el Loco (Julio) más querido por los hinchas de Godoy Cruz abandonó este mundo dejando un recuerdo imborrable en los corazones tombinos. Hoy, después de siete años de desencuentros, el Tomba recupera a otro Loco que también muere de amor por el Expreso. Sí, porque el amor es más fuerte.
Ídolos que aún no vuelven
Alejandro Abaurre. El Cachorro, máximo goleador del Tomba en torneo de AFA, es el actual DT Olimpo. Expresó su deseo de dirigir al equipo y los hinchas lo piden siempre, pero no tiene feeling con Mansur.
David Ramírez. El “Mago”, último gran 10 del club. Los hinchas lo aman y se lo hacen sentir a cada paso. En 2014 -con Méndez como DT- le rescindieron el contrato y no volvió a aparecer por la Bodega.
Sebastián Torrico. Figura en el primer ascenso a la máxima categoría, se ganó el cariño de los hinchas._Sin lugar en el equipo titular, emigró a San Lorenzo y hoy es San Torrico. Mansur lo criticó. ¿Volverá?
Pretemporada: Se sumaron Merentiel, González y Ojeda
La semana de trabajo comenzó con el plantel completo. Con el arribo de Nelson Ibáñez el tan ansiado puesto de arquero está cubierto. Pero también ayer se acoplaron los últimos refuerzos: el defensor Leonel González y el mediocampista ofensivo Martín Ojeda, cuyos testeos de Covid-19 dieron negativo. En tanto, el delantero uruguayo Miguel Merentiel solucionó el inconveniente personal que le impidió estar a la par del resto desde el primer día y también se puso a trabajar. Ahora, la búsqueda está orientada a un extremo y el apuntado es el colombiano Kevin Londoño, de 26 años, y con último paso por Once Caldas.