Novak Djokovic es el monarca absoluto de Melbourne y este domingo sumó su noveno título en el Australia Open al vencer en 1 hora y 53 minutos por 7-5, 6-2 y 6-2 a Daniil Medvedev. Con ésta conquista, el serbio y número 1 del mundo se hizo dueño de 18 títulos de Grand Slam.
Nole superó ampliamente al ruso y dejó en claro que el “veterano” tiene pista para rato. Se mantuvo contundente y preciso de principio a fin, casi lindante con la perfección.
En esta pista, Djokovic demostró quién manda y por qué sigue siendo el número 1.
Subiendo a la red y devolviendo todas las pelotas, Djokovic remontó para ganar cuatro juegos consecutivos, desesperando a un Medvedev que pagó sus frustraciones con su raqueta (4-1), reflejó la agencia de noticias DPA. El número uno del mundo volvió a gozar de dos oportunidades de quiebre para cerrar el parcial, y resolvió en la segunda de ellas haciendo casi imposible el juego para el ruso cuarto del ranking ATP.
Nadie había podido remontar dos sets al número uno del mundo desde 2005, salvo cuando el argentino David Nalbandian doblegó al suizo Roger Federer en la final de la Copa de Maestros.
En el tercer set, el serbio le dio un golpe letal al ruso cuando se colocó 3-0, una situación que le impidió reaccionar.
El serbio de 33 años, quedó a dos títulos del suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal, quienes con 20 trofeos encabezan la lista de máximos ganadores en la historia de todos los torneos “majors”.
”Estas dos semanas han sido una montaña rusa para mí. Quiero dar las gracias al Rod Laver Arena, la historia de amor continúa”, afirmó ante los 7.400 espectadores en el court central de Melbourne Park.
Medvedev cayó en su segunda final de Grand Slam después de sucumbir también en la definición del US Open 2019 ante Nadal. A pesar de su derrota, se aseguró el puesto tres del ranking ATP en desmedro del austriaco Dominic Thiem.
”Me hubiera gustado hacer que el partido durase más y hacerlo más interesante para todos, pero hoy no era el día”, aceptó Medvedev con resignación.
Djokovic y Nadal se repartieron diez de los once últimos títulos de Grand Slam desde Roland Garros 2018. Sólo Thiem, ganador del US Open 2020, pudo quebrar esa hegemonía.