Falta Messi. Pero está él. Su Ángel. El de la Selección. El Ángel de La Paz. El que lo sigue en jerarquía suprema. El que lo sucede con la cinta de capitán. El que lo reemplaza en el juego. ¿No está el 10 para asistir? Bueno, está el 11 para hacerlo. Y por partida doble, en un tiempo y en los 3.600 metros del Siles. Sí, alto partido de Di María. Altísimo.
“Hicimos un partido perfecto, no cometimos errores, no nos hicieron goles y convertimos cuando teníamos que convertir”, dijo el rosarino.
Tras tres visitas en las que no pudo festejar con la Selección (no estuvo en el triunfo del 2020), Fideo habló de cómo vivió el partido, en el que el campeón del mundo derribó un mito: “La altura se siente, pero es psicológica, nada más. Estoy muy contento, merecíamos un triunfo así. Y estoy más que feliz porque a Dibu no le hicieron goles”, destacó.
De inmediato, las redes se hicieron eco de las palabras de Angel Di María y recordaron una de las frases antóligas del fútbol argentino que tuvo como autor a Daniel Alberto Passarella, quien en el año 1996 en plenas Eliminatorias al Mundial de Francia 1998, Argentina perdió en la altura de Ecuador y afirmó: “en la altura, la pelota no dobla”.