El Deportivo Maipú está de fiesta. Después de una gran muestra de cacter, con más orgullo que fútbol, derrotó en forma agónica al histórico Quilmes por 2-1 y logró su primera victoria en la temporada.
Más allá del rival, por lo que representa Quilmes para el fútbol de ascenso, el Súper Depor cantó victoria y sufrió un gran desahogo. Es que recién en el cuarto partido de la temporada pudo lograr un triunfo y sumar de a tres puntos. Era una cuenta pendiente. Y se goza más por la forma que llegó. Ya que iba perdiendo 1-0 con un penal que convirtió Anselmo. Faltando 10 minutos logró el empate a través de Véliez y en la última pelota del partido, Lucas López, jugador recién ingresado, metió un cabezazo tremendo que significó el gol del triunfo.
Maipú tiene mucho que mejorar aún. Ante Quilmes, faltó fútbol, pero sobró coraje, amor propio y estado físico. La diferencia entre un equipo y otro fue notorio. Hubo murmullo con los cambios del DT Luciano Theiler, sin embargo, apuesta fue satisfactoria y cambió esas voces por aplausos. Ortega ingresó a los 30 del ST y salió a los 47 por Lucas López. El grandote entró, pisó el área, conectó un centro preciso de Franco Moreno (fue clave en la victoria) e hizo delirar a todo Deportivo Maipú. Es tiempo de festejar. Mañana, será el momento de análisis.