Había que ganar. Más allá de las formas, aunque éstas siempre sean importantes para la consecución del objetivo. Y Deportivo Maipú, haciendo gala de su enorme fortaleza en condición de local, enhebró su octavo triunfo consecutivo jugando en calle Vergara, tras vencer 2-0 a Estudiantes de Caseros. Los goles de Ezequiel Almirón, a los 36′ y 45′ del primer tiempo, fueron un cachetazo del que nunca se pudo recuperar al visita, aun cuando en los minutos finales aprovechó el cansancio local para intentar la hazaña.
Arrancó mejor el Pincha de Caseros, con buena movilidad en sus puntas, Martín Garnerone y Tomás Blanco. Justamente el primero fue artífice de la primera acción clara del partido, cuando buscó el segundo palo de Juan Pablo Cozzani y provocó la buena reacción del arquero. Casi de inmediato llegó un tiro libre del “11″, que otra vez tuvo una buena respuesta del “1″ local. Maipú no encontraba la conexión ofensiva, especialmente por izquierda, y el balón volvía máxima velocidad, buscando la visita las bandas como carril de desequilibrio.
La velocidad de Santiago González sobre la derecha, chocó con la imprecisión de Marcelo Eggel y la poca participación de Luciano Herrera. Fue un contraste que se extendió hasta que el elenco botellero entró en sintonía. Para ese momento, habían pasado más de 20 minutos y el visitante se sentía cómodo en cancha. Apenas un remate de Herrera, que se terminó yendo por encima del travesaño, tras un pase de Fausto Montero, se contaba entre las pocas chances locales.
Los dos propusieron un partido muy disputado desde lo físico, donde apenas Eggel, cuando recuperó precisión, y Agustín Manzur mostraron predisposición para darle recorrido al balón. Todo se hacía a máxima velocidad, buscando complicar desde lanzamientos cruzados. Y Maipú casi no pudo imponerse en los mano a mano sobre los costados. Salvo, claro, ese centro perfecto del “Mágico”, sobre los 36′ de la etapa, que le permitió a Almirón traer tranquilidad y certezas al local. Fue tan sorpresiva como necesaria la apertura del marcador. Deportivo Maipú recuperó la memoria y las formas.
Estudiantes (C) pudo igualar en una acción donde movieron el balón de lado a lado, permitiendo que Enzo Acosta intentará poner el balón lejos de la estirada de Cozzani, aunque no pudo ser.
Y cuando los hinchas ya esperaban el pitazo final para el primer capítulo, llegó otro centro perfecto, esta vez desde la izquierda. Su autor: Herrera. El destinatario: el “9″ botellero. El final: golazo de cabeza y mayor ventaja de cara al segundo tiempo.
Los dos goles le dieron otra impronta al conjunto mendocino, aun cuando eligió dar dos pasos hacia atrás para proteger lo alcanzado. Claro, especulando con los veloces contragolpes que no consiguió definir con claridad.
El Pincha perdió toda línea en ese comienzo de complemento y ni siquiera los cambios implementados por Walter Otta le dieron resultado.
Cayó en la trampa que le propuso Deportivo Maipú, obligándolo a jugar en largo para un Tomás Bolzicco que no consiguió pesar durante toda la etapa.
Luis García movió el banco pasado los 25 minutos, en la búsqueda de darle aire a un equipo que comenzaba a notar todo lo corrido. Siempre con la intención de lastimar atacando los espacios que dejaba el rival en la búsqueda de un descuento que no llegaría jamás, aun cuando exigió en el tramo final a Cozzani.
Primero fue Parisi quien encontró un remate de media distancia que obligó al arquero a volar para impedir la caída de su valle. Luego, tras una gran acción del “7″ a pura gambeta, Cozzani tapó el mano a mano de Tomás Gaitán. Fue la última y llegó el tiempo de celebrar.
Deportivo Maipú sigue de racha. Ayer acumuló su octavo triunfo seguido jugando en calle Vergara y promete dar pelea hasta el final.
