Daniel Wiffen hizo historia al convertirse en el primer nadador irlandés masculino en ganar una medalla de oro olímpica, tras su victoria en la final de los 800 metros libre en los Juegos Olímpicos de París. Con solo 23 años, Wiffen logró imponerse en la competencia con un tiempo de 7:38.19 minutos, estableciendo un nuevo récord olímpico.
Este tiempo mejoró en casi tres segundos la marca anterior, que había sido establecida por el ucraniano Mykhailo Romachuk en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde la prueba de los 800 metros libre debutó en el programa masculino. Wiffen se ha consolidado como una de las nuevas sensaciones de la natación mundial, con una historia personal que no deja de sorprender.
Antes de alcanzar la gloria en la piscina, Wiffen exploró el mundo de la actuación, apareciendo como extra en una de las series más icónicas de la televisión, Juego de Tronos. Participó en la famosa escena de “La boda roja”, una de las más recordadas de la serie.
“No sabía nada de Juego de Tronos cuando era más joven. Mis padres no me dejaban ver la serie, pero creo que mi padre la veía todo el tiempo, y luego mi hermana consiguió un buen papel para trabajar allí: era una de las nietas de Frey (Neyela Frey).
Entonces ella entró e hizo su parte, y después yo entré para ser extra en la ‘boda roja’, en el fondo. Fue genial”, compartió Wiffen sobre su experiencia en la serie. La hazaña de Wiffen no solo ha marcado un hito en la historia del deporte irlandés, sino que también ha capturado la atención del mundo debido a su trayectoria poco convencional.
Desde las cámaras de televisión hasta la pileta olímpica, su camino hacia el éxito demuestra que el talento puede florecer en los lugares más inesperados.
