Alcanzó solo con mirar a Mauricio Elena unos segundos para tomar dimensión de lo que significa para él haber aceptado la propuesta de San Martín para dirigir el próximo Federal A. La sonrisa se impregnó en su rostro y se convirtió en algo imposible de disimular, inclusive en los momentos de charlas serias con el presidente Damián Reyes y el flamante mánager, Daniel Quiroga.
El propio Elena lo dejó claro, asegurando que está cumpliendo un viejo anhelo: “La verdad que lo soñé. No en este momento, pero bueno, llegó un proyecto interesante, que a un entrenador lo convence y es lo que me ha pasado a mí. Más que un ofrecimiento, fue un convencimiento y eso es lo que hoy me hace volver al club donde nací y jugué en todas las categorías”, aseguró.
La repregunta era obvia. Más allá de lo que significa desde lo sentimental, la incógnita pasaba por saber qué aspectos lo convencieron para dar el sí y comandar. “Me ofrecieron lo que pienso yo del fútbol: organización, disciplina y conducta. También aceptaron algunos puntos que puse para venir, en los cuales estaban totalmente de acuerdo. Cuando pasan todas esas cosas no es muy difícil tomar una decisión”, aclaró Elena.
Esa motivación extra que tiene dirigir a la institución de la cual es hincha, se puede convertir en una presión si los resultados no se dan. El flamante DT lo tiene claro, y al respecto expresó: “Seguramente cuando yo quiera plasmar las cosas y no salgan me volveré loco. Pasa en todos los clubes, pero acá hay un sentimiento. Si las ideas no se van plasmando, aunque sea lentamente, claro que me voy a sentir frustrado”.
El entrenador tiene bien definido su objetivo. Lejos de ponerse un resultado como meta a cumplir, el desafío pasará por lograr una identidad de juego. “Llega un entrenador que tiene la idea de convencer a los jugadores que en esta institución se ha jugado bien al futbol. Van a haber vaivenes, pero ese es el objetivo”, definió.
De formar a Rodri y Lucas Hernández a dialogar con Pep Guardiola. La historia de su fructífera trayectoria
A sus 33 años, Mauricio Elena gastaba sus últimos cartuchos como jugador del Talavera, en el ascenso de España. Debido a que tenía intenciones de ser entrenador, cuando le llegó la propuesta de ser ayudante de campo no dudó, y comenzó una gran historia. “Me ofrecieron cuatro años de contrato como segundo entrenador en el club donde yo estaba. Yo no tenía carnet todavía, pero acepté y empecé a aprender.”
Luego de mostrar sus condiciones, la oportunidad de su vida se presentó delante de sus ojos: el Atlético de Madrid. “Fue la universidad para mí”, aseguró Elena. A lo largo de sus cinco temporadas en el Colchonero, formó a una generación de mucho peso específico. Los nombres asustan: Rodri, ganador del Balón de Oro, Theo y Lucas Hernández, campeón del mundo con Francia en 2018, David De Gea, y Oliver Torres, entre otros.
Para Mauricio, alcanzar el máximo nivel deportivo depende del profesionalismo, más allá del talento que tiene que estar: “Es lo que yo apelo y lo que aprendí. Para mí hay una diferencia entre jugar al fútbol, que podemos jugar cualquiera de nosotros, y ser futbolista, que significa tener conducta, disciplina, dormir la cantidad de horas necesarias, y derivar una parte de tu sueldo en el cuerpo, que es tu trabajo”, aseguró sin miramientos.
Al contrario del pensamiento popular, Elena opinó que en Europa la intensidad está implícita en cada jugador, mientras que en América hay que trabajarla. “En la cabeza del jugador europeo de cualquier categoría está que la intensidad la pone él porque es su trabajo. En América la intensidad se la tenés que estar poniendo vos de afuera, entonces ya ahí tenés un contratiempo. La idea es tratar de ayudarlos y de darles todas las herramientas para que ellos crezcan, después está en cada uno si la quiere tomar o no”.
Ping Pong de nombres
Rodri: Todavía tenemos comunicación. En un diario español lo definí como el artesano del fútbol. es un chico que en la cabeza tiene un mapa del campo de juego. Posee simpleza y una humildad apabullante, por eso ha llegado adonde llegó. No ha tenido techo.
Pep Guardiola: Tuve una conversación con él. Es un tipo muy simple y muy claro en sus conceptos, como es todo en ese nivel. Me atendió muy bien. Sólo tengo palabras de agradecimiento.
Monterrey de México: Tengo el orgullo de decir que estamos en la historia de ese club (ganó la Concachampions de 2019). Estaba Marcelo Barovero, José Basanta, Nico Sánchez, Rogelio Funes Mori y Leonel Vangioni. Es un club que nos dio todas las posibilidades para trabajar y lograr los objetivos.
Éver Banega: Es un amigo, pero aparte es uno de los mejores volantes que ha dado la historia de este país.
