Los edificios en el confín del oleaje del mar, un barco que navega por detrás, sol a pleno y música argentina de cancha de fondo. Tranquilamente podría ser alguna playa o puerto de la costa argentina. Pero no. Es Doha, Qatar, y el reloj ya casi marca las 13.
El Corniche, un paseo marítimo en el casco de la antigua Doha, es uno de los lugares más visitados por los turistas de todo el mundo y el punto de encuentro de los argentinos en la mayoría de los banderazos.
Entre tantas siluetas enfundadas en la camiseta albiceleste, se destaca Gianfranco Hválica, “el Hashbulla maipucino” (tal como se autodenomina por su baja estatura), un joven nacido en Cruz de Piedra, Maipú, que -al igual que la mayoría de los argentinos - hizo un esfuerzo enorme para poder estar junto a la Scaloneta.
“La verdad que todo esto es una locura. Es impresionante poder estar acá. Este es mi primer banderazo y lo de la gente ha sido realmente una fiesta, así que les recomiendo a los mendocinos que están en duda que todavía están a tiempo de venir”.
“Decidí venir al Mundial a principio de año. Como es el último Mundial de Messi quería estar como sea. Tomé la decisión y empecé a averiguar todo para poder venir”, le cuenta Gianfranco a Los Andes desde El Corniche, con un look bastante particular: lentes oscuros y una gutra con los colores argentinos que le tapan la cabeza del sol.
“Tengo 25 años, he comido mas que nada las comidas ya conocidas, como hamburguesa, pizza, etc, he probado el kebab, el shawarma, una cazuela tipo fideos finos con carne que no se como se llama y un arroz que preparan acá, son de colocarle bastante especias y picante lo que hace que tenga un sabor raro pero no feo, el kebab no me pareció muy rico pero el shawarma y el arroz estaban buenos”, contó sobre su experiencia gastronómica.
Gianfranco no pone reparos a la hora de contar su tremendo esfuerzo económico para afrontar los gastos de un viaje demasiado largo. Mientras los hinchas argentinos siguen con la fiesta, cuenta que está de novio y que con ese dinero que había ahorrado tenía pensado comprar un lote para hacerse el futuro nido de amor. “Ella está contenta, me banca, nos hablamos permanentemente y está feliz de que yo esté acá. Para poder estar acá recibí mucha ayuda de mis hermanos y de mi familia. También gasté todos mis ahorros, dinero con el que tenía pensado comprar un lote más adelante. Había que sacrificar algo para ir al Mundial, a ver a Messi y la Scaloneta”, confiesa.
El maipucino oriundo de Cruz de Piedra aporta datos de su arribo a Qatar y estadía. “Llegué el viernes 18. Ahora estoy parando en un departamento, pero voy a terminar en el Barwa Barajat Al Janoub cómo el 90 por ciento de los argentinos”, comenta entre risas, ya que es el alojamiento por excelencia de los que planearon un Mundial gasolero. Además, comenta: “Me quedo hasta después de octavos de final. Tengo entradas para todos los partidos, algunas las conseguí al precio oficial FIFA a través de la página y otras a través de una agencia”.
Con respecto al candente tema de la reventa de entradas, algo que siempre provoca caos y polémica, Gianfranco dio su opinión: “Hay gente que pide locuras por una entrada y la termina vendiendo. Yo creo que deberíamos ser más solidarios entre nosotros para que todos los argentinos podamos estar en la cancha”.
Este mendocino fue uno de los tantos argentinos que presenció la derrota de Argentina ante Arabia Saudita: “Fui al estadio a ver Argentina, quede con un sabor amargo pero fue una experiencia increíble, todavia quedan dos partidos y hay que ir con todo, es un mundial, todos los equipos van a jugarte de igual a igual. Tambien tuve la posibilidad de ir a ver Francia, partido bastante entretenido y con varios goles, los estadios impresionantes”.
Si bien en el momento de la charla Gianfranco está solo, disfruta del viaje junto a un grupo de mendocinos, que se llama “de Mendoza a Qatar”: “Tenemos un grupo de WhatsApp en el que hay más de 150 personas. En la noche hay algo para hacer siempre porque los argentinos nos buscamos entre nosotros y no las ingeniamos para que valga la pena haber hecho el gran esfuerzo de venir hasta acá”.
Justamente, uno de las restricciones que más sufren los hinchas es que no pueden consumir bebidas alcohólicas ni en la vía pública, ni en los hospedajes ni tampoco se puede comprar en los supermercados. La única manera de poder beber es en los restaurantes de los hoteles y en algún que otro lugar del centro: “Se puede tomar alcohol en los restaurantes y boliches, pero el vaso de fernet no baja de 50 riyales cataríes, lo que equivalen a aproximadamente 13 dólares ($3500)”, expresó el maipucino que se considera fanático “mal” de Messi. “Lo sigo desde que debutó en el Barcelona, me encanta verlo jugar y aunque el Diego también es un grande, yo soy contemporáneo a Messi y para mí es el mejor jugador de la historia, lejos”, justifica con esas palabras el mensaje de su bandera. “Ojalá el fútbol te devuelva todo lo que le diste”, reza el trapo con la cara de Leo que exhibe orgulloso mientras intenta pasarla de abajo para que el viento no la vuele.
Además de fana de Messi, es hincha de Boca y simpatizante del Deportivo Maipú: “A veces también voy a ver a Godoy Cruz”, agrega como dato de color.
Gian trabaja en la refinería YPF, es operador de consola y se pidió las vacaciones para poder estar este tiempo en Qata. “Me faltaban unos días, pero por suerte lo pude solucionar para poder estar tranquilo. La verdad que mis jefes se portaron muy bien y me bancaron”, aporta como mensaje hacia sus superiores.
Por último, ofrece su opinión sobre el país de Medio Oriente. “Me gustan muchas cosa de Qatar, la verdad que la infraestructura es increíblemente maravillosa. Pero no me agrada mucho el trato de acá. Son medio maleducados a la hora de hacer fila, de tomar el metro y demás. Pero eso al lado del Mundial queda en un segundo plano”, completó Gianfranco. Un incipiente ”influencer” maipucino suelto en la tierra de Alhá.