En el mundo del fútbol argentino, pocas historias resultan tan únicas como la de Osvaldo “Japonés” Pérez, el único jugador que vistió las camisetas de Boca, River, Racing e Independiente.
Este defensor, nacido en San Isidro en 1952, dejó una marca en cada club donde jugó, logrando algo que ningún otro futbolista ha podido igualar.
Los inicios en River y su debut soñado
Pérez comenzó su carrera en las divisiones inferiores de River Plate, debutando en Primera a los 18 años bajo la dirección técnica del brasileño Didí. Compartió equipo con figuras como Norberto Alonso y Reinaldo Merlo.
Sobre su debut en La Bombonera, que terminó 0-0, Pérez recordó: “Mi sueño era jugar en la Primera de River y se dio muy rápido. Me avisaron en casa que tenía que ir a concentrar. Fue un momento increíble”.
Disputó 95 partidos y anotó dos goles en su paso por el Millonario. Sin embargo, en 1975, tras no ser prioridad para Ángel Labruna, decidió buscar nuevos horizontes y se trasladó a All Boys.
Independiente: la consagración en el Rojo
En 1977, Pérez llegó a Independiente, donde se destacó en la histórica final del Campeonato Nacional contra Talleres de Córdoba.
El equipo se consagró campeón con solo ocho jugadores en cancha, gracias a un gol memorable de Enrique Bochini.
“El gol del Bocha fue a nuestro estilo: salimos jugando desde atrás. Nos abrazamos como locos, pero en ese momento no éramos conscientes de la hazaña”, confesó Pérez sobre ese partido inolvidable.
Jugó 117 encuentros y marcó cuatro goles en el Rojo, convirtiéndose en un símbolo de sacrificio y esfuerzo en uno de los momentos más gloriosos del club.
Cruza de vereda: Racing
En 1980, Pérez sorprendió al mundo del fútbol al fichar por Racing Club, motivado por el interés de jugar bajo la dirección de José Pastoriza.
En la Academia compartió plantel con jugadores como Olarticoechea y Carrasco, conocido por su gran habilidad y carácter.
En Racing, disputó 45 partidos y marcó cinco goles, logrando su mejor promedio anotador. Una anécdota que siempre recuerda con humor fue un incidente en Rosario, donde un compañero se enfrentó a hinchas furiosos tras un partido. “Él ni dudó: se bajó y puso knock out a un par de la barra”, relató entre risas.
El cierre en Boca
En 1983, Pérez llegó a Boca Juniors, un equipo en plena reconstrucción tras la salida de Diego Maradona.
Aunque su rol principal era cubrir la salida de Carlos Córdoba, la permanencia de este último limitó su participación.
Pérez jugó apenas seis partidos en el Xeneize, pero tuvo la oportunidad de compartir equipo con leyendas como Hugo Gatti, Ricardo Gareca y Oscar Ruggeri.
Sobre un frustrado intento previo de fichar en Boca, comentó: “Marzolini me dijo que me quería, pero no había plata. Todo se estaba destinando para traer a Maradona”.