En el minuto dos del partido entre el Al Nassr y el Persepolis, correspondiente a la Champions asiática, en una jugada que se produjo en el área, el balón termina en los pies de Cristiano. El jugador visitante se tira al suelo buscando despejar la pelota y da la impresión de que le hace infracción al jugador portugués.
Acto seguido, el árbitro sanciona penal, pese a la insistente protesta de los jugadores del Persepolis. Más atrás, Cristiano se levantó, se dirigió al árbitro y con su dedo índice de su mano derecha le hizo seña que no había sido falta: “No es penal”, se leyó en sus labios.
Un gesto inédito por parte del capitán del Al Nassr. El árbitro ya había sancionado la falta, y a pesar del acto de sinceridad de Cristiano Ronaldo, tuvo que dirigirse al VAR y de esta manera anular el penal.
El acto del ex Real Madrid, Manchester United y Juventus, llevó a que los encargados de la transmisión televisiva de Star+ pidieron un nuevo monumento para Cristiano Ronaldo, debido a su honorabilidad. Es que el futbolista que reina en la Saudi Pro League inauguró su propio museo en Riad, donde se expone un conjunto de recuerdos de sus momentos más destacados y los premios que consiguió a lo largo de su carrera.
No es la primera vez de CR7
Esta imagen nunca se había visto en el crack portugués, pero sí que ha existido algún caso de este estilo en el que el jugador se sincera con el árbitro para confesarle que no había falta y no era penal. El más recordado es el de Klose con la Lazio, siendo luego aplaudido por los propios rivales que acudieron a darle las gracias. Este vez fue el ídolo portugués quien dio la nota en un brutal acto de honestidad.