A pocas horas del inicio del partido, la Conmebol confirmó que el partido entre Barcelona de Guayaquil y Flamengo por la Copa Libertadores se jugará a pesar que en el equipo brasileño se registraron seis casos de coronavirus positivos.
La dirigencia ecuatoriana intentó cancelar el partido, sin embargo, teniendo en cuenta el protocolo aprobado a nivel nacional, los contagiados simplemente deberían quedar aislados y el encuentro jugarse de manera normal.
Flamengo está en Ecuador hace varios días, teniendo en cuenta que su primer partido en el reinicio del certamen fue ante Independiente del Valle, en Quito, y se trasladó a Guayaquil, a poco más de 400 kilómetros para preparar el partido ante Barcelona. Los problemas aparecieron el domingo, cuando el elenco brasileño anunció siete casos de coronavirus en los testeos de rigor previos a cada partido.
A esos siete casos, se les sumaron en las últimas horas dos más: un médico y un dirigente que acompañaban a la delegación. Y en este contexto, las autoridades de Guayaquil intercedieron buscando suspender el partido para evitar que el brote se dispersara por la ciudad: anunciaron que el estadio de Barcelona estaba clausurado, para que no se jugara el partido y desde la dirigencia de Flamengo llegaron a reconocer que, a la espera de la comunicación oficial de Conmebol, podrían volverse a Brasil.
Sin embargo, desde Conmebol no hubo ninguna comunicación oficial porque el protocolo ya preveía qué hacer en este tipo de situaciones, algo que había sido aprobado a nivel nacional en todos los países, por lo que la decisión de las autoridades de la ciudad de Guayaquil quedaron sin valor en este caso. Los miembros de la delegación que dieron positivo quedarán aislados en el hotel, y el encuentro se jugará normalmente.
Así las cosas, Barcelona y Flamengo se medirán desde las 19.15, en un partido clave del Grupo A: los brasileños necesitan levantarse tras la goleada sufrida ante Independiente del Valle la semana pasada, mientras que los de Guayaquil perdieron los tres primeros partidos y deben reaccionar para no empezar a despedirse de la Libertadores.