En la historia de River existieron un montón de cracks, tremendos goleadores, grandes campeones, arqueros que cambiaron el paradigma del puesto, entrenadores que dejaron una huella eterna. Pero hay un logro que le pertenece a un solo futbolista en el mundo: Enzo Nicolás Pérez.
Este jueves se cumple el primer aniversario de una leyenda que ya forma parte del Museo River y que recorrió el planeta el 19 de mayo de 2021: el mendocino fue el arquero titular en el partido de Copa Libertadores contra Independiente Santa Fe y que el equipo de Gallardo ganó 2-1 en el Monumental. Un año después, el destino vuelve a golpear al plantel de River con un brote de Covid aunque con menos afectados y con dos arqueros juveniles disponibles.
En 2021 el virus atacaba a 15 futbolistas. Entre ellos a Armani, Bologna, Lux y Petroli, los cuatro porteros inscriptos en la Copa. El Muñeco sólo tenía disponibles a diez hombres de campo. Y Enzo, ahora capitán pero siempre líder del grupo, se ofreció a ponerse los guantes para completar el 11 aun cuando venía de sufrir un desgarro en el isquiotibial derecho en el superclásico que se había disputado tres días antes. Se jugó el cuerpo y su enorme prestigio.
Es cierto que el equipo formó un escudo protector impenetrable y Angileri y Julián Álvarez la metieron en los minutos iniciales para allanar el camino. Pero el protagonista principal de esa proeza fue Enzo. Se convirtió en mito. En leyenda.