Tenía que ser así, Leo. Goleando en una final, siendo figura y anotando dos goles. Lionel Messi la volvió a romper y el Barcelona es nuevamente campeón. Fue un 4-0 al Athletic Bilbao en la final de la Copa del Rey en Sevilla. Todos los goles fueron en el segundo tiempo. Antoine Griezmann, Frenkie de Jong y el 10, en dos oportunidades (el tercero fue espectacular de principio a fin), volvieron a llevar alegría a Cataluña. Leo levantó la Copa y es todo felicidad
Con esta nueva conquista para Messi son 35 títulos en Barcelona y 37 en su carrera. Es su séptima Copa del Rey, igualando la marca histórica como más ganador junto a sus compañeros Gerard Piqué y Sergio Busquets. Una alegría especial para el 10. Justo en la temporada en la que empezó queriéndose ir a toda costa, se quedó a la fuerza e igulamente hizo todo lo posible por llevar a su equipo a lo más alto. Después de sufrir bastante a lo largo de la campaña, Ronald Koeman encontró el mejor equipo para hacerlos sentir más cómodo y está el premio con esta Copa, la 31° en la historia culé.
El partido fue todo de los blaugranas. En ese primer tiempo que quedó 0-0 por falta de puntería y en el segundo cuando entró el 1-0 y se abrió el arco. Todo con el denominador común: Messi figura. Leo en el primer tiempo ya había puesto pases clave que no terminaron bien. Pero en el ST sí. Dejó a Frenkie De Jong en posición ideal para el centro que luego Griezmann transformó en el 1-0. Al ratito el propio neerlandés aumentó con el segundo tanto.
Después sí llegó el momento en el que el 10 le dejara su sello inconfundible. El 3-0 fue una perla de Messi. Una corrida que empezó desde atrás de mitad de cancha, tocó con De Jong, recibió la devolución el área y ahí hizo lo suyo: gambeta ante dos y definición de zurda al palo lejano. Golazo de un Lionel de todas las épocas. A eso le sumó el 4-0, su doblete sólo empujando a la red un centro de su socio eterno como Jordi Alba.
No es una Champions. Tampoco una Liga. Pero esta Copa del Rey significa muchísimo para un Barcelona que hace meses veía todo negro. Y puede significar mucho más en el futuro, en ese en el que todos piensan y se preguntan si será con Lionel Messi en el equipo. Su contrato vence en junio, y esta alegría es una nueva ilusión para todos los culés para que influya y se termine quedando en el club de su vida.
Más allá de lo que decida Lionel y dónde continúe, volvió a dejar en claro que pese a todo el Rey es él. A festejar, sabiendo que todavía pueden pelear una Liga en la que están a dos puntos. Con Messi todo es posible. ¿O no, Barsa?