La selección argentina, Los Pumas, ahora entrenada por Michael Cheika y en franca recuperación, puede aspirar sin pecar de soberbia a llegar a semifinales del Mundial de rugby de Francia 2023, tal y como lo hiciera en los Mundiales de 2007 y 2015, también disputados en Europa.
En marzo de 2022, Mario Ledesma dimitió como DT de Los Pumas y en su lugar llegó el volcánico australiano-libanés Michael Cheika, que se encargó de levantarlos y recomponerlos.
Desde entonces, la potencia sudamericana encadena resultados mixtos, marcados por una primera victoria histórica contra Nueva Zelanda (25-15 en Sídney) en noviembre de 2020.
Los Pumas muestran una cara más atractiva bajo la era Cheika, con éxitos que llaman la atención como su primer triunfo sobre los All Blacks en suelo neozelandés (25-18 en Christchurch en 2022), una demostración contra Australia (48-17) y otro prestigioso éxito en Twickenham contra Inglaterra (30-29).
En julio de este año, durante el último Rugby Championship, Argentina fue fiel a su tradición: un equipo con mucho carácter, bastante sólido y feroz en defensa, difícil de jugar, pero falto de imaginación y variedad en ataque que quedaron en evidencia en la derrota ante los Springboks el 5 de agosto (24-13).
“Argentina se caracteriza por tener una defensa consistente. Para este Mundial, el equipo también quiere ser muy efectivo en la zona de 22 metros y sumar puntos cada vez que ingresa a esa zona”, avisa a la AFP el hooker Facundo Bosch.
A pesar de problemas inusuales en el scrum o en el tiro a los palos ante la ausencia de Emiliano Boffelli, Argentina demostró que tiene resto físico, terminando con fuerza sus partidos del Rugby Championship (derrota ante los All Blacks 41-12, triunfo en Australia 34-31 y derrota por un punto en Sudáfrica 22-21).
El 26 de agosto en Madrid, en su último partido previo al Mundial, los Pumas, que perdieron a su pilar izquierdo Nahuel Tetaz Chaparro durante su preparación en Portugal, como era de esperar vencieron fácilmente a España por 62-3.
Vale destacar que los mendocinos Juan Martín González, Rodrigo Isgró y Gonzalo Bertranou serán parte del plantel que buscará dejar a Argentino en lo más alto.
“Argentina sufrió mucho por el covid, por la disolución de Jaguares, por los resultados que no se daban y finalmente se produjo la llegada de Cheika y Contepomi (como segundo entrenador). La veo en forma ascendente”, dijo a la AFP el exsegunda línea Rimas Álvarez-Kairelis, que jugó 44 partidos en Los Pumas e integró el equipo que en 2007 llegó a semifinales del Mundial.
En Francia-2023, la selección argentina se puede apoyar en un fuerte contingente de jugadores experimentados que juegan en Inglaterra o en el Top 14 francés y que conocen bien el ambiente de los estadios de Francia: De la Fuente (Perpignan), Mallia y Chocobares en Toulouse, Lavanini (Clermont), Petti (Burdeos) o el pilar Sclavi (La Rochelle).
Los argentinos, que tendrán como base el balneario de La Baule (en el departamento de Loira Atlántico), integran un Grupo D que puede generarles más de un dolor de cabeza. Debutan contra Inglaterra en Marsella el 9 de septiembre, para después enfrentar a Samoa, Chile y Japón.
El objetivo de mínima pasa por evitar una decepción igual a la sufrida en el Mundial de 2019, cuando quedaron eliminados en la fase de grupos por primera vez desde 2003.
Tras el debut en el estadio Velodrome ante Inglaterra, que viene de sufrir una histórica derrota frente a Fiyi en la ‘Catedral’ de Twickenham, Los Pumas tendrán una dura prueba el 22 de septiembre en Saint-Étienne ante la feroz Samoa, que estuvo a punto de vencer a Irlanda en un partido de preparación (17-13).
Luego, el 30 de septiembre en Nantes, jugará ante el débil Chile, debutante mundialista, y cerrará su participación en la fase de grupos contra Japón el 8 de octubre en La Beaujoire, el estadio de Nantes.
