En el Parque de los Príncipes el rey fue repudiado. Lionel Messi, la figura del campeón del mundo, el The Best de la FIFA, el Balón de Oro y el premio Laureus al mejor deportista elegido hace días, fue silbado y abucheado por los hinchas del PSG antes de la goleada 5-0 al Ajaccio. El argentino volvió después del castigo del club y del pedido de disculpas. Y, si en partidos anteriores había sido silbado por las frustraciones en la Champions, ahora fue directamente rechazo.
Con el estadio semi vacío cuando anunciaron la formación empezó la reprobación. Y se volvió total cuando comenzó el encuentro ya con la cancha llena. Al minuto Leo la tocó y se escuchó la silbatina y abucheo. Así constantemente durante ese primer tiempo y potenciado cada vez que iba a patear un corner. En el ST fue más leve, ya con el equipo sumando goles.
Una situación increíble y nunca vivida por Messi como ser reprobado por sus propios hinchas incluso más que los rivales. Un Leo que no pudo tener intervenciones directas como venía sucediendo hasta el castigo. Esta vez los goles llegaron de Fabián Ruiz y Achraf Hakimi en la primera mitad, un doblete de Kylian Mbappé y el restante en contra para decretar la goleada ante el equipo de la isla de Córcega que prácticamente certificó su descenso con esta caída.
Christophe Galtier había confirmado el regreso de Messi después de haber explicado una y otra vez que él no había tenido nada que ver en la sanción y aceptando órdenes. Para este encuentro lo utilizó como enlace, con dos puntas bien definidos como el crack de la selección de Francia más Hugo Ekitike, el de 20 años que había reemplazado a Lionel en el 3-1 al Troyes de la semana anterior.
Messi tomó ese rol de creador, buscando dar el pase preciso ante un rival que se defendió como pudo. Aún así le taparon un remate después de una pared con Mbappé y un tiro libre suyo se quedó en la barrera. Y, también dejó un taco de lujo en el área rival que fue un pase que Juan Bernat nunca entendió y se diluyó la jugada.
Una goleada para el PSG que retomó la diferencia de seis puntos con el Lens cuando quedan tres fechas por disputar y poder ser campeón de la Ligue 1 número 11 de su historia y desempatar con el Saint-Etienne que tiene 10. Sin embargo fue una jornada triste para Messi, apuntado como el enemigo en su propia casa mientras el mundo lo elogia y cualquier club haría lo que fuera por tenerlo.
Hace rato que está claro que el futuro de Leo no pasará por París la próxima temporada. La posibilidad de volver a un Barcelona que lo quiere choca contra la durísima situación económica del equipo culé, cuestón a resolver para volver a ver a Messi en Cataluña. Si no, en Arabia Saudita se ilusionan con una llegada al Al Hilal y en la MLS con un posible arribo al Inter de Miami pese a que él quiere seguir en la elite, en Europa.
Quedan tres partidos para poder sumar el título N° 43 de su carrera. Los próximos dos como visitante (vs. Auxerre y Estrasburgo) y el último sí de vuelta en el Parque de los Príncipes para cerrar la Ligue 1 ante el Clermont Foot. Esa será una última vez allí de un Messi con dos años turbulentos en París mientras encontró la gloria con la Selección Argentina.
