San Lorenzo jugó un gran partido pero cayó 1-0 con Atlético Mineiro en la vuelta de los octavos de final y quedó eliminado de la Copa Libertadores 2024 por el gol de Rodrigo Battaglia en el Estadio Arena MRV, de Belo Horizonte.
Tras el partido de ida en el Pedro Bidegain fue Leandro Romagnoli quien dijo que los Gauchos de Boedo “no venían ligando” y ese fue el caso una vez más, ya que en uno de sus mejores partidos del año volvió a fallar en sus numerosas chances y su rival no le perdonó en una de las pocas que tuvo a su favor, lo que marca el final del sueño continental para el Ciclón.
La escuadra azulgrana no salió a defenderse sino que fue a buscar el juego y dominó las acciones pero no logró concretar ninguna de las numerosas ocasiones que tuvieron en sus pies Alexis Cuello, Iván Leguizamón y Matías Reali. Del otro lado de la moneda, el equipo de Milito no generó peligro por su creación de juego como acostumbra sino que la única diferencia la consiguió desde la pelota parada, con un Battaglia que venció la marca de Tripichio para romper el cero y darle la clasificació al Galo con un guiño a su pasado en Huracán, al celebrar su grito haciendo la mímica de “inflar un globo”.
Ante la desesperación de buscar la igualdad, se le agregó el hecho de la brutal represión que sufrieron sus hinchas por parte de la policía local, la cual no solo significó duros golpes y balazos de goma a sus hinchas sino que se emplearon gases lacrimógenos que afectaron también a los hinchas del local como a los jugadores de ambos equipos. Un nuevo caso de represión por parte de las fuerzas de seguridad del país vecino ante una parcialidad argentina.
Pese a los intentos azulgranas y los ingresos de tres nuevos delanteros para buscar por la vía aérea, no hubo tiempo para más y fue una derrota para Boedo que significa su eliminación de la Copa Libertadores 2024 mientras que el Atlético Mineiro de Gabriel Milito se medirá en cuartos de final ante Fluminense, que en la previa de este partido derrotó por penales a Gremio en el Maracaná.