Esta disciplina, que fusiona danza, música y destreza física, será una de las nuevas incorporaciones en estos Juegos, donde los B-Boys y B-Girls, como se denomina a los bailarines, competirán en emocionantes batallas uno contra uno.
El formato de la competencia es sencillo, pero desafiante: cada batalla consta de tres rondas, y el vencedor es determinado por un panel de jueces especializados que evalúan a los competidores en base a cinco criterios clave.
Estos criterios son vocabulario (la diversidad de movimientos), técnica (la precisión en la ejecución), originalidad (la creatividad y novedad de los movimientos), ejecución (la limpieza y control de los movimientos), y musicalidad (la capacidad de sincronizar los movimientos con la música). Cada uno de estos aspectos representa el 20% de la puntuación total, sumando un 100% en conjunto.
Una particularidad del sistema de puntuación en el breaking olímpico es que los jueces no otorgan puntos individuales a los atletas, sino que comparan directamente las actuaciones de los dos competidores en cada ronda. El bailarín que gane dos de las tres rondas es declarado vencedor de la batalla.
El curioso “botón de mal comportamiento”
Además, existe una herramienta adicional en la evaluación: el ‘botón de mal comportamiento’. Aunque su uso es poco común, este mecanismo permite a los jueces penalizar a los competidores por conductas inapropiadas o antideportivas, asegurando así que el espíritu competitivo se mantenga dentro de los límites del respeto y la deportividad.
La inclusión del breaking en los Juegos Olímpicos no solo resalta la habilidad física, sino también la capacidad de expresión artística de los atletas. La improvisación al ritmo de la música, la adaptabilidad a las circunstancias del momento y la ejecución de movimientos complejos con un estilo propio son elementos cruciales para obtener una alta puntuación.
Con su debut en París 2024, el breaking promete capturar la atención de millones de espectadores, demostrando que la danza urbana es más que un espectáculo: es una forma de deporte y arte que ha ganado un lugar en el escenario más prestigioso del mundo.