De goleado, a goleador. De cuatro cotejos sin ganar, a dos victorias al hilo. De diez goles a favor en ocho partidos, a ocho goles en dos juegos (todos en los segundos tiempos). De la salida del Gallego Méndez, a la llegada del desconocido Diego Flores. El ex ayudante de campo de Marcelo Bielsa en el Leeds United de Inglaterra asumió como DT de Godoy Cruz el pasado 31 de agosto. En su primer partido goleó 4 a 0 a Gimnasia de La Plata, y el lunes se despachó con 4 a 1 frente a Aldosivi en Mar del Plata.
En semejante cambio (casi de la noche al día) hubo una serie de retoques tácticos-estratégicos que el discípulo del Loco hizo en el equipo. Y a continuación, detallamos algunos de ellos.
1 Ambición, intensidad y protagonismo. Lo primero que modificó el Tomba fue su actitud. En la conferencia de prensa de presentación, el flamante DT avisó que se vería un equipo ambicioso, intenso y protagonista. Y no mintió. Ante el Lobo y el Tiburón, el Tomba mostró una faceta más comprometida a la hora de recuperar la pelota en campo contrario. Vigor y energía al servicio de la presión tras pérdida. Y a partir de la tenencia, se soltó en ofensiva. “Flores nos está pidiendo mucho ida y vuelta y estamos mejorando eso”, explicó el goleador Martín Ojeda.
2 Laterales (y remates) al poder. Elías López y Damián Pérez no sólo le dan mayor amplitud al equipo por las bandas, sino que pasan asiduamente al ataque en el momento preciso. De hecho, ambos han llegado al gol. Damián Pérez lo hizo ante el Lobo con un movimiento sorpresivo (Ojeda se cerró y asistió para su “pasada”) y ante Aldosivi, el exRiver se animó y probó con un remate imparable de media distancia.
3 Juego de posición. Ese concepto, cuyo exponente más importante es un tal Pep Guardiola, es un aspecto en el que Godoy Cruz ha mejorado muchísimo. El equipo ahora ocupa de manera más racional el terreno de juego, lo que le da mayor amplitud y profundidad. El nuevo posicionamiento de los jugadores “hace más grande la cancha”. Así, aparecen espacios interiores y se genera una mayor cantidad de líneas de pase que le permiten al equipo avanzar generando superioridad numérica.
4 Intención en los pases. El nuevo posicionamiento de los jugadores “hace más grande la cancha”. Así, aparecen mayores espacios interiores y se genera una cantidad de líneas de pase con una intención que ahora luce bien definida. El portador del balón casi siempre decide romper líneas, buscar un tercer hombre o atacar un espacio. Una representación nítida de ello es el repaso de los tres primeros goles en Mar del Plata y también de los cuatro goles ante el Lobo.
5 La estructura defensiva. “Con Flores cambió mucho la intensidad y la estructura defensivamente”, explica el propio Ojeda. Lo cierto es que el equipo luce más compensado en el retroceso, pocas veces lo toman mal parado. Y las contadas veces que sucedió, Espínola salvó al equipo.