La final de la Champions League provocó que los fanáticos de Liverpool provocaran un movimiento frenético por obtener boletos de viajes y entradas al Stade de France, pero los aficionados rivales del condado de Merseyside, los del Everton, decidieron fabricar un engaño para evitar que viajaran la mayor cantidad posible.
Desde Merseyside al estadio donde se disputará la final entre los Reds y Real Madrid en un revival de la final del 2018 donde el conjunto de La Casa Blanca los venció por 3-1, los separan 814 kilómetros y ocho horas y media de viaje.
Es por esta razón que, al momento de viajar, algunos de los hinchas decidieron contratar un servicio de viaje que los trasladara a la capital francesa para vivir lo que podría ser un nuevo título europeo para el conjunto británico.
Sin embargo, según informaron desde los medios ingleses, algunos de los fanáticos de Everton, clásico rival de Liverpool en la Premier League, crearon una empresa llamada “Coach Innovations Limited” para transportarlos al estadio del Stade de France con la compañía de un conductor llamado “Richard Arlison”, fonéticamente similar al delantero de los Toffees, Richarlison.
“Todos estaban muy animados, cantando. Los coches pasaban y emitían pitidos, había un gran ambiente. Pero a medida que pasaba el tiempo, nos preguntábamos dónde estaba nuestro conductor”, aseveró una de las fanáticas afectadas.
A través de su perfil de Twitter, uno de los fanáticos, Jordan Hallwell relató su versión: “Previsto para ser recogido a las 4:00 p. m. en el Rocket Pub Liverpool por un autocar atendido por Coach Innovations, ahora son las 22:30 p. m. y todavía nada. Viaje a París arruinado. Ahora fuera de casa, sin comunicación de la empresa”.