Con una actuación deslucida, Liverpool le ganó 2-0 a RB Leipzig y avanzó a los cuartos de final de la Champions League. El conjunto inglés sentenció la serie sin recibir un gol en contra, tras el 2-0 conseguido en Alemania. Mohamed Salah y Sadio Mané se convirtieron otra vez en los goleadores.
En el encuentro desquite jugado en el Puskas Arena de la ciudad de Budapest, Hungría (por disposición sanitaria del coronavirus, los equipos extranjeros no pueden actuar en territorio británico), el conjunto de Jurgen Klopp sorteó el obstáculo alemán con relativa tranquilidad y dejó atrás una mala racha de seis derrotas al hilo en condición de local.
De hecho, la clasificación de los ‘Reds’ jamás estuvo en peligro, porque el elenco germano, más allá de sus intenciones de actuar en campo contrario, no pudo quebrar el ordenado dispositivo defensivo del adversario.
Y en una ráfaga en el segundo tiempo, un gol del egipcio Salah, a los 25, y otro del no menos desequilibrante Sadio Mané, a los 29, le dieron la tranquilidad al Liverpool, que vuelve a meterse entre los ocho mejores de la competencia europea, para compensar la discreta Premier League que está cursando, muy lejos de la línea del cómodo líder, el Manchester City de Pep Guardiola.