El título obtenido con San José en el último torneo femenino provincial fue una especie de trampolín. Y nada parece detener a Carolina Sánchez, icónica jugadora de nuestro básquet, que a sus 47 años decidió asumir un nuevo desafío y volvió a saltar el Atlántico para ser presentada en el equipo Panthers Roseto, de la A2 de Italia.
La ala/centro, que mide 1,86 metros, registra una carrera repleta de talento y títulos. Durante su paso por competencias de Italia, España y Francia, además de Argentina, claro, cosechó 7 medallas de plata y 2 de bronce. Entre las competencias más prestigiosas, disputó tres mundiales y siete campeonatos americanos.
- Ya en territorio italiano, frente a una nueva aventura en el Viejo Continente; ¿cómo lo estás viviendo después de tantas experiencias en el exterior?
- Si llegue hace 2 días y mañana (por hoy) ya juego. Volver a jugar en Europa siempre es un gran desafío y que llegue a mi edad es mucho más emocionante. Lo tomo muy tranquila y, como siempre agradecida de poder hacer lo que amo.
- ¿Cómo llegó la propuesta? ¿Te costó mucho decidirte?
- En realidad nunca me costó decidir venir a jugar en Europa, solo que ahora, después de la pérdida de mi hermano (NdR: Juan Pablo, fallecido en 2021), es duro dejar a mi familia. Pero bueno, son cosas que no se pueden dejar pasar. Mi representante buscó la posibilidad, ya que yo por fuerza tenía que volver a Italia a buscar mis cosas y le pedí si había alguna posibilidad de venir a jugar. Quería volver a intentarlo y finalmente se dio.
- Aquel fue el golpe más duro de tu vida, sin dudas...
- Estaba jugando mi segunda temporada en La Molisana Magnolia Campobasso, en la serie A1, y me avisaron del fallecimiento repentino de mi hermano menor Juan Pablo. Fue cuando tomé la decisión de volver a Mendoza. En ese momento, en que no tenía muy en claro que hacer y qué decisiones tomar, elegí quedarme acá, por mi madre y mi hermano mayor.
Y mientras el dolor quemaba por dentro, Carolina supo debía continuar. Fue así cuando presentó un proyecto junto a Alejandro Benito, referido a la Escuela de Formación Deportiva, para comenzar a trabajar con categorías Mini y U13 en femenino. El básquet, otra vez era la salida a todo. Y de ahí a volver a competir, hubo un solo paso.
- El plus fue haberte ido de Mendoza como campeona con San José...
- La verdad me vine muy triste, dejando el equipo después de todo lo lindo que se armó en San José. Pero sé que volveré para seguir logrando cosas y ayudando al club.
- A los 47 años, ¿cuáles son las claves para seguir teniendo tanta vigencia y competitividad?
- Entrenar, cuidarse y tener una disciplina. No hay secreto. Si uno ama tanto lo que hace, hace cualquier cosa para seguir y eso es lo que he logrado: seguir jugando a esta edad. Ojalá muchas se contagien y sigan este camino.
- ¿Cuáles son las expectativas para la nueva temporada en Europa?
- Es venir a sumar al equipo. Son jugadoras jóvenes y han sumado algunas de experiencia, como mi amiga Natalia Ríos, con quien nos conocemos desde hace años. Hemos tenido la suerte de ascender un equipo en Italia. Esperamos poder seguir logrando cosas juntas, que el equipo finalmente conserve la categoría y terminar de la mejor manera posible.
Una trayectoria intachable
La basquetbolista comenzó a jugar desde muy chica, a los 7 años, en el Club San José con los varones. Estuvo un tiempo con ellos hasta que se trasladó a YPF, club donde se fue formando su crecimiento en el femenino. Desde los 8 hasta los 14 años estuvo en ese club, participando además en los seleccionados mendocinos. A los 14 lo hizo con una Preselección Argentina, pero le salió una propuesta para realizarse una prueba en Italia y fue allí cuando decidió ir a jugar a Europa y en ese país comenzó toda su carrera. Cuando terminaba en Europa, volvía para la Selección Argentina o se iba a reforzar algún equipo que comenzaba la Liga Nacional en su momento o en algún equipo de Sudamérica.
En 1989, Carolina decidió emigrar a Italia, donde comenzó toda su carrera profesional. Cuando terminaba la temporada en Europa, regresaba a la Argentina. Ha pasado por los clubes locales Murialdo y Obras, en equipos de Buenos Aires, como Berazategui, Florida, Central Entrerriano, muchos años en Vélez. También estuvo mucho tiempo jugando en equipos de Ecuador, Chile y Uruguay, siempre reforzando equipos de Sudamérica. También 10 años jugando en España, en Italia otros tantos años, y además en Portugal y Arabia Saudita.
Ahora, todo empieza de nuevo.