El Club Cañuelas denunció que le quitaron puntos por incluir a la jugadora Paula B., de 10 años, en uno de sus equipos masculinos infantiles de la categoría 2012.
“El deporte no tiene género”, fue la bandera que llevaron los equipos durante el fin de semana en los diferentes partidos que afrontaron catalogaron la sanción como discriminatoria.
“Ella se viene entrenando con el equipo. La Liga no hizo ninguna observación y jugó 12 partidos sin problemas pero en la fecha 13 protestaron los rivales, que incluso habían ganado, según nos dijeron”, dijo a Télam el expresidente de Cañuelas FC, Daniel Roncoli.
Esta determinación le valió la quita de todas las unidades cosechadas hasta ese momento, aunque el aspecto “no pasa por ahí” y la idea es “contener emocionalmente a la jugadora”.
De hecho, el pasado fin de semana Cañuelas derrotó a Laferrere en esa categoría con la presencia de Paula en el equipo titular y también se sumó otra jugadora, Agostina A., porque “lo merecían desde lo deportivo”.
“Creemos que tanto la protesta del club rival que motivó la determinación como la sanción en sí provocan una enorme desigualdad, no tienen perspectiva de género y atentan contra la idea de un fútbol diverso e inclusivo”, afirmaron en el comunicado.
“La categoría 2012 de Cañuelas y todo el club denuncia discriminación luego de que la Liga de Buenos Aires le haya quitado todos los puntos sumados de las 13 fechas jugadas, por el sólo hecho de incluir a una chica en el equipo masculino”, continuó el texto.
“La adhesión y la simbología son herramientas para combatir este tipo de violencias de la que futbolistas de 10 años son víctimas”, concluyeron desde el club.
Roncoli, periodista, escritor y ahora referente del fútbol femenino en Cañuelas, contó que el club entrena a los varones y mujeres hasta la categoría sub-13, donde no se ven “diferencias físicas” y realizan “todo el proceso en un marco de igualdad y equidad”.
“La repercusión en el equipo terminó siendo positiva. Los chicos apoyaron por completo a sus compañeras. Ellos tienen todo naturalizado. Y a nivel club estamos convencidos que es el camino correcto y que desde afuera la responsabilizan por la pérdida de los puntos. Esto le puede afectar su futuro”, destacó.
“Nos gustaría que se repiense el fútbol. Nos parece ridículo que participen del entrenamiento y no puedan jugar los fines de semana”, afirmó.
En la Liga de Buenos Aires se juega desde el baby fútbol hasta los 20 años. Lo hacen equipos de la zona y también muchos de los que participan en la AFA como Boca, San Lorenzo, Huracán, Vélez, Ferro, Chacarita y Platense.
El espacio permite darles lugar a los futbolistas que no tienen todavía oportunidades a nivel AFA, donde también juega Cañuelas.
Pero la AFA comenzó desde “la Primera” y todavía no existen “posibilidades” para los equipos menores, los que se irán sumando temporada tras temporada en “todos los clubes”.
Tras el episodio, Cañuelas recibió la solidaridad de otros clubes que ahora comenzarán a jugar también con mujeres en sus equipos, ya que llevan tiempo entrenándose con los varones.
El objetivo, según Roncoli, “no es recuperar los puntos sino abrirles las puertas a todas las chicas que quieran jugar y tengan el nivel”.
“Ella atravesó diferentes etapas, en el primer día se sintió mal pero recibió enseguida mucho apoyo de sus compañeros, de los padres y las madres de sus compañeros y se emocionó. Ahora está en el centro de una situación polémica y la atraviesa medio como puede”, detalló sobre la nena.
“Nosotros vamos a continuar con el fútbol mixto porque va rompiendo estereotipos, los entrenamientos son los mismos para todos, no hay diferencias. Los varones tienen totalmente naturalizada la situación, no hay discriminación”, agregó.
“Es un proceso cultural, atravesamos los dolores del movimiento y los cambios. Los clubes tuvieron siempre una construcción patriarcal y el fútbol es un bastión. De hecho, siempre las modificaciones van antes que los reglamentos”, analizó.
Un antecedente es el de Juana Cangaro, ahora en River y parte de la Selección Sub-17 de Argentina, a la que no dejaron jugar en Mercedes, Buenos Aires, hasta que intervino el Estado y con una ordenanza municipal le dieron vía libre hace cuatro años.