El regreso de Sebastián Villa a las canchas es inminente. Sin embargo, la posibilidad de que sume minutos en la Copa de la Liga Profesional, para luego estar disponible ante Inter de Porto Alegre por los octavos de final de la Copa Libertadores, está supeditada al visto bueno de Daniela Cortés, su expareja.
Esto último pareciera no ser un problema, al menos por ahora, ya que luego de las denuncias por violencia de género y de las actuaciones judiciales que siguen en curso, Cortés ya dio varias señales sobre su voluntad de separar las cuestiones laborales de las acusaciones penales que recaen sobre el colombiano. Este martes, otra vez, mandó dos mensajes a través de su Instagram.
“Sanar es un arte, toma tiempo, toma paciencia y mucho amor. Es un proceso”, publicó Cortés en su cuenta de Instagram. E insistió con lo mencionado en el párrafo anterior: “Todo es posible cuando tiene a Dios en tu corazón. Siempre he manifestado que lo personal no debe trascender a lo laboral”.
Sebastián Villa recogió el mensaje positivo y posteó en la misma red social: “Tus palabras reconfortan y se agradecen. Demuestran los valores inculcados por tus padres. Bendiciones”.
Vale recapitular sucesos y este problema entre ellos data, al menos públicamente, desde la noche del 26 de abril, en la casa que compartían, cuando mantuvieron una fuerte discusión que, según el relato de Cortés, terminó con una golpiza y amenazas por parte de Villa.
La mujer publicó primero imágenes en sus redes con el rostro ensangrentado y luego realizó una denuncia penal por violencia de género. Desde entonces, el futuro del atacante quedó atado a la decisión del juez Javier Maffucci Moore, quien llevaría la causa a juicio oral.