Ross Brawn, actual director deportivo de la Fórmula 1, trabajó junto a Michael Schumacher en Benetton, Ferrari y Mercedes, y su buena relación tanto en la pista como fuera de ella es más que conocida.
El ingeniero británico ha compartido sus impresiones sobre el siete veces campeón del mundo en la nueva serie documental de Sky ‘Race to Perfection’. Brawn cree que Schumacher cuenta por un lado con mucha gente que le adora, pero también con gente que no piensa bien de Michael, y según él, esto se debe a que el alemán a veces no proyectaba su verdadera imagen, se escondía en sí mismo: “Schumacher era un personaje bastante incomprendido. No sé si por dentro le gustaba la impresión que creaba porque era un personaje que intimidaba, pero personalmente era lo contrario, muy encantador y muy personal”.
Tal y como afirma Ross, Schumacher no siempre mostraba su propio yo, y eso puede haber creado en la gente una imagen equivocada de él: “Muchas veces le presenté a personas que, antes de conocerle, pensaban que era despreciable y que tenía una personalidad horrible; una vez que le pudieron conocer, cambiaron por completo su parecer”, e insistió: “Eso pasó muchas veces porque estaba el Michael piloto en la pista y por otro lado el humano de fuera del circuito”.
“Muchas personas que compitieron contra él tenían una opinión diferente, pero nadie de los que conozco que trabajaron con él tenían palabras malas sobre él u opiniones malas por su integridad, su compromiso y su lado humano”, afirmó Brawn.
El ingeniero no dejó de alabar a su compañero, y terminó mencionando el desafortunado y grave accidente de esquí que sufrió, y tras el cual, su estado de salud es una incógnita: “Era un jugador de equipo fuerte en cualquier escudería en la que estuvo y es una tragedia lo que ha pasado porque es un ser humano maravilloso”.