Boca Juniors se clasificó a la final de la Copa Libertadores, luego de eliminar a Palmeiras en San Pablo, por penales luego de terminar el tiempo reglamentario empatado 1 a 1 y jugará el partido definitorio el 4 de noviembre ante Fluminense en el Maracaná.
La figura del partido fue Sergio Romero, quien tuvo una destacada actuación durante el partido, pero atajó dos penales en la definición (Raphael Veiga y Gustavo Gómez).
Los goles fueron convertidos por Edinson Cavani para el xeneize y Joaquín Piquerez empató en el segundo tiempo. El partido tuvo un incidente que fue clave: Marcos Rojo fue expulsado y se perderá la final.
Cuando se jugaba la mitad de esa primera etapa llegó una contra por izquierda encarada por Miguel Merentiel, que sacó “a pasear” al paraguayo Gustavo Gómez y entregó una asistencia impecable para que Edinson Cavani se sacara la “mufa” de arrastrada y convirtiera su segundo gol con la camiseta auriazul (el primero fue a Platense de cabeza).
En la segunda etapa iba a llegar con una historia diferente, porque Palmeiras, con el ingreso del chico Endrick, de 17 años, una verdadera joya que ya compró Real Madrid a cambio de 72.000.000 de euros, para tratar de hacer extrañar menos al lesionado goleador Dudú, empezó a horadar las últimas fortalezas defensivas boquenses.
Y esto provocó que Palmeiras merodeara cada vez con más asiduidad el área defendida por un Sergio Romero que amagaba con convertirse en figura si el 1-0 se sostenía, hasta que a los 20 minutos y como supo suceder en otras ocasiones, luego de ganarse una primera tarjeta amarilla por levantar demasiado la pierna, Marcos Rojo se llevó la segunda y consecuente roja por una barrida cerca de su área.
Almirón reaccionó inmediatamente sacando a Valentín Barco, uno de sus mejores hombres, para que ingresara Nicolás Valentini, sosteniendo esa línea de cinco armada un ratito antes cuando Bruno Valdéz relevó a Merentiel.
Y antes de que pasaran 10 minutos de esa expulsión apareció otro uruguayo, pero en este caso el de Palmeiras, Joaquín Piqueréz, el lateral izquierdo que remató desde lejos y por bajo entre las piernas de varios jugadores, lo que tapó la visión de “Chiquito” Romero, que por ello tardó en reaccionar y cuando lo hizo, si bien pudo manotear el balón con su mano diestra, no logró impedir que llegara a la red.
A la hora de los 12 pasos todo es grande para “Chiquito”, que hasta pareció que al recibir el empate de Palmeiras en vez de amargarse ya se entusiasmó con la definición por penales que estaba por llegar, y en la que otra vez fue alta figura al contener los dos primeros disparos de los brasileños.
La paradoja fue que Weverton, al que le habían convertido los 24 penales anteriores que le ejecutaron, terminó atajándole el primero nada menos que al propio Cavani.
Y todo fue entonces azul y amarillo en el Allianz Arena, donde a pesar de no ganar ningún partido desde los octavos de final en adelante (empató todos y los sacó adelante por penales), está en la duodécima final de Libertadores y es el que más lo hizo en la historia del certamen (ganó seis), de “las manos” de un “Chiquito” Romero que lleva atajados 12 de los 23 penales que le patearon desde que está en Boca.