Benfica le ganó al Atlético de Madrid por 4-0 en el marco de la segunda jornada de la Champions League. El Estadio da Luz, de Lisboa celebró la gran victoria del dueño de casa que le sacó el invicto a los de Diego Simeone y mantiene el suyo en el torneo europeo. Un baile absoluto de Las Águilas que sentenciaron uno de los peores partidos del conjunto español.
El primer tiempo no tuvo demasiadas emociones y se quedó con lo más destacado, el gol del encuentro. Fredrik Aursnes fue el encargado de asistir a Akturkoglu que corrió al espacio ante el arco de Jan Oblak. La acomodó y pateó para convertir el primero del encuentro. Di María se mostró partícipe, con buenos movimientos y llevándose las marcas para generar mayores chances de gol.
El poderío del Benfica fue notable y duró hasta los 30 de la primera mitad. El Atleti levantó cabeza y comenzó a tener más la pelota para anular a los locales. Sin embargo, el apuro por convertir no los llevó por buen camino, la rapidez disminuyó y reflejo una mínima lucidez. De hecho, Las Águilas se perdieron el segundo en el minuto 45. Di María metió una pelota espectacular para Vangelis Pavlidis que remató pero la pelota se fue rozando el segundo palo.
Ahora sí, el segundo tiempo fue mucho más emocionante. Di María extendió la cuenta en 7 minutos de penal, con categoría y para sentenciar un tenso final. A partir del gol, Benfica se perdió más de una chance de meter el tercero. Uno de ellos fue el mano a mano que tuvo el argentino con el arquero Oblak, que adivinó y tapo el remate que podría haber sido un pase al medio y asegurar la goleada.
Pero no iba a quedar solo en la chance. La segunda parte sentenció finalmente un partidazo del local que, prácticamente, jugó sin rival en el tiempo complementario. Alexander Bah fue el autor del tercero a 15 del final y dejó casi sin chance al Atleti de poder descontar. Un baile que sufrieron Julián Álvarez, que no tuvo un buen partido, Rodrigo de Paul, Nahuel Molina y Ángel Correa.
Y la frutilla del postre. Otro penal que reflejó la desesperación del Atleti. Zeki Amdouni se fue fácilmente y solo con la pelota rumbo al cuarto, pero lo tocaron en el área. Otra definición desde los doce pasos que esta vez estuvo a cargo de Orkun Kokcu, que pateó con una tremenda autoridad.
El quinto no llegó de milagro, es que los constantes ataques del local arruinaban cada vez más al Colchonero que, para su suerte, no tuvo otro más en contra.