Boca venía de perder los clásicos ante Racing (1-2) y River (0-1), y este sábado volvió a sufrir una durísima derrota a manos de Belgrano. En Córdoba, el Pirata se impuso por 2 a 0 gracias a los goles de Franco Jara y el Uvita Fernández. Después de un primer tiempo con muy poca acción, el equipo cordobés mejoró en el complemento y se llevó puesto a un Xeneize que no encontró respuestas en ningún momento y pudo haber caído por más. Tercera derrota al hilo del CABJ, que 12° en la Liga Profesional y se aleja cada vez más de la cima y de los puestos de clasificación a la Copa Libertadores.
APARECIÓ EL VAR Y PENAL PARA BELGRANO. Arasa fue a revisar en el VAR y cobró la pena máxima por mano de Figal.
Pero como el escenario de los supuestos es una ilusión, en la calurosa noche cordobesa terminaron jugando pasado, presente y también el mensaje que el DT pudo haber intentado enviar a partir de lo que propuso en cancha para su final del mundo que terminaría siendo el final de su ciclo.
GOL DE BELGRANO. Brey le había atajado el penal a Jara pero el delantero no falló en la segunda jugada y convirtió el 1-0 de Belgrano ante Boca
Y no fue un tema de carácter lo que definió la derrota en Alberdi, ante un Belgrano prolijo, luchador y peligroso de contra en las que decidió lastimar. No. El planteo inicial de Martínez no sólo no se comprendió desde lo estratégico, sino que es muy difícil de comprender desde lo conceptual.
TODO BOCA PIDIÓ PENAL. EL VAR LO IGNORÓ. Todo Boca reclamó penal por mano de Jara. Siga, siga...
Porque -más allá de haber parado al equipo a jugar en campo contrario- hacer jugar a Cavani de Merentiel, a Merentiel de Zeballos y tener al Changuito sentado en el banco podría parecer el colmo de una delantera inofensiva. Pero -luego de nueve meses de trabajo- seguir confundiendo a Kevin Zenón y cambiarle la punta cada diez minutos está más cerca ya de ser un error de diagnóstico y tratamiento de los graves.
EL PALO LE NEGÓ EL SEGUNDO AL PIRATA. Primero Jara y en el rebote Compagnucci no pudieron convertir el 2-0 de Belgrano ante Boca
Así, Boca se sostuvo en el primer tiempo (en el que el local llegó poco pero al menos llegó) gracias a un par de intervenciones de Aaron Anselmino en defensa. Y así, el primer tiro al arco ocurrió a los cinco minutos del complemento, cuando Zeballos (ingresado en el PT por Medina, quien salió tocado) remató al cuerpo de Espínola minutos antes de la apertura del marcador a través de un penal que Brey -figura a la postre por evitar la goleada histórica- atajó pero no pudo retener.
GOL DE BELGRANO. Nicolás Fernández encontró la pelota en el área y no perdonó para el 2-0 de Belgran sobre Boca
Sin embargo, y pese a que lo visto en cancha fue una evidencia difícil de contrarrestar, las pruebas de que el ciclo ya no tenía ningún tipo de futuro se pudieron adivinar desde el calentamiento previo (con un marcado contraste del trabajo del cuerpo técnico respecto de lo que se veía en el inicio del proceso) y las señales que se repitieron durante los 90 minutos.
Esos síntomas visibles partieron de un único mensajero: el propio entrenador. Porque así como durante la semana se le recriminó una actitud ciertamente pasiva durante el partido ante River, su lenguaje corporal en toda la noche de ayer fue el de un hombre derrotado.
Pero no sólo por sus gestos, su poca reacción a las emociones del encuentro o ese final cruzado de brazos durante casi 20 minutos, sin dar indicaciones ni atinar a cambiar una realidad ya juzgada.
No, lo que tal vez explique mejor este final suyo en lo que fue el sueño de su vida es que pareció vivir el partido sólo, bien sólo, buscando mensajeros en cancha apenas en los recién llegados Belmonte y Barinaga. Una escena vale como ejemplo de su casi nula charla con los referentes, y fue cuando Edinson Cavani (el capitán de su último barco) quedó tendido en el suelo muy cerca suyo tras una falta de Franco Jara que lo dejó dolorido. Los separaban metros y no hubo ningún contacto visual entre ellos ni queja alguna del DT por la falta que Arasa no cobró. Al levantarse, Cavani giró y se fue. Y Martínez pareciera que también.