El Bayern de Múnich de Robert Lewandowski lleva mucho tiempo esperando este momento, lo mismo que el París SG y Neymar: la final de la Liga de Campeones, el domingo en Lisboa (16, hora argentina), ofrece un duelo planetario entre dos aspirantes impacientes, con talento y con pocas cosas en común.
El martes, PSG goleó a Leipzig por 3 a 0 con un gran partido del argentino Ángel di María. Con este triunfo, el conjunto francés se convirtió en el primero de los finalistas. Mientras que, este miércoles Bayern Munich derrotó por 3 a 0 a Lyon en la segunda de las semifinales. Mañana, ambos disputarán el partido definitorio en el estadio Da Luz, de Lisboa, que, como en los demás partidos, se jugará sin la presencia de público y con suplementario de 30 minutos en caso de igualdad.
La transmisión para nuestro país será a través de ESPN 2 y Fox Sports. También se podrá ver on line a través de ESPN Play, Flow y DirecTV GO.
La guerra de los mundos
Mientras que el PSG celebró su semifinal inundando las redes sociales con su alegría, el club bávaro se marchó directamente a su campamento base, lejos de la multitud, tras su clasificación.
”Estábamos muy contentos, pero preparamos la verdadera celebración para la final, si la ganamos”, declaró el extremo muniqués Kinsgley Coman. Entre el PSG, nueva potencia del fútbol que vive una experiencia inédita en sus 50 años de historia, y el Bayern, el aristócrata concentrado hasta que consigue lo que quiere, hay una guerra de mundos que dio a luz la ‘Final 8’.
Desde el modelo económico hasta la imagen pública, pasando por el palmarés o la gestión de la pandemia de coronavirus, parisinos y muniqueses están en orillas opuestas en casi todos los temas.
El funcionamiento del Bayern, que se erige como ejemplo de club gestionado “a la antigua” sin gastar más de lo que gana, choca con el del PSG, quien se ha beneficiado de la enorme inversión de su propietario catarí (llegado en 2011) coqueteando con los límites del ‘fair play’ financiero.
Pero en el terreno de juego va a ser simplemente un partido de ensueño. “Siempre hay muchos goles con estos grandes equipos. Eso gusta a los telespectadores”, reconoció el arquero bávaro Manuel Neuer.
De un lado el ‘Rekordmeister’, vencedor de sus últimos 21 partidos y que busca el triplete tras haber conquistado la Bundesliga y la Copa de Alemania este verano boreal. Su histórico triunfo sobre el FC Barcelona (8-2) en cuartos de final le convirtió en el gran favorito al título.
Del otro, un PSG que ha ido de menos a más durante su estancia lisboeta pese a las lesiones y su falta de ritmo por el final anticipado de la liga francesa en marzo. La pareja formada por Kylian Mbappé y Neymar le hace capaz de derrotar a cualquiera.
Sobre el papel, la temporada 2019-2020 ha encontrado un final apoteósico, luego de varios meses de mucha incertidumbre. El cuadro alemán es el favorito de las casas de apuestas.
”Tenemos mejores jugadores en todos los niveles que en aquel momento”, opinó Neuer, comparando la actual plantilla con la de 2013, el año del último título europeo de los bávaros.
Las exageradas estadísticas del Bayern, que en esta ‘Champions’ ha marcado más de cuatro goles por partido, le convierten en una máquina de ganar. El polaco Robert Lewandowski, máximo goleador de la competición (15), está firmando una temporada (55 dianas en total) que le colocaría entre los favoritos al Balón de Oro, si la pandemia no hubiera obligado a cancelar la entrega del galardón este 2020.
Los hombres de Hansi Flick eliminaron en semifinales al Lyon (3-0), aunque las ocasiones de las que gozó el cuadro francés al inicio del partido dejaron entrever fallos en el sistema del campeón de Alemania, especialmente el posicionamiento demasiado alto de un equipo muy ofensivo. Neymar y Mbappé podrían hacer mucho daño con esos espacios.
“Es claramente nuestro punto fuerte”, admitió el entrenador del PSG, Thomas Tuchel, elogiando las cualidades en el regate de ‘Ney’ y de velocidad de ‘Kyky’, que se complementan.
En un espectacular estado de forma este verano boreal, el astro brasileño tiene la oportunidad para justificar los 222 millones de euros desembolsados por su fichaje al Barça en 2017. Como demuestra esa operación, los propietarios del PSG no han escatimado en gastos para añadir la ‘Orejona’ a sus vitrinas.
Esta primera final de ‘Champions’ de su historia ya ha alejado el fantasma de la ‘maldición’ europea que temían los aficionados, pese a que los franceses no saben todavía si Keylor Navas y Marco Verratti estarán disponibles para el duelo del domingo.
”Nos quedan 90 minutos, los más importantes de nuestra carrera de futbolistas y de la historia del club”, dijo Verratti, consciente de que un título llevaría al PSG a otro nivel.